Nena de once años está embarazada de ocho meses

La maestra de la nena fue la que notó su estado. Hay dos detenidos por el abuso de la menor.

Una nena de once años fue violada y cursa un embarazo de ocho meses. Por los abusos, ocurridos en Chos Malal, un paraje del oeste de la provincia de La Pampa, hay dos detenidos, un maestranza de una escuela hogar, de 21 años, y otro joven de 18 años, quienes habrían sido señalados por la nena como autores de los abusos que sufría.

Chos Malal es un paraje perdido ubicado a unos 320 kilómetros de Santa Rosa. Hay que recorrer unos 70 kilómetros por camino de huella, guadales que apenas atraviesan las camionetas 4×4 o los camiones.

La nena vive con sus padres en un precario rancho y recorría todos los días unos cinco kilómetros para llegar a la escuela hogar de jornada completa.

El caso se conoció por la denuncia pública del diputado provincial Luis Solana, del Partido Socialista. “A mí me llamaron desde La Humada (otro pueblo) donde fuimos en varias recorridas. Según pude saber hace quince días la maestra detectó el embarazo y lo comunicó a la coordinadora. También dieron aviso a la Justicia, a la fiscal penal de la zona”, explicó Solana.

La fiscal Alejandra Moyano, unos días después y a partir de los dichos de la nena, pidió la prisión preventiva de dos hombres. El juez de control penal, Daniel Ralli ordenó la detención. Todavía no hay pruebas genéticas sobre quien sería el padre ni otras pruebas sobre la autoría de los abusos.

Ahora la nena declararía en Cámara Gesell para tratar de corroborar en esa declaración datos del abusador o abusadores.

Solana denunció que a pesar del embarazo, la pequeña seguía yendo a la escuela. “Ella siguió yendo a la escuela y viviendo en el puesto con sus padres. La nena tiene un embarazo de riesgo. Está a 320 kilómetros del ginecólogo más cercano y de una sala de parto que está en Santa Rosa. Por eso le pedimos a Salud que traslade a la nena al Hospital Lucio Molas de Santa Rosa, a lo que accedieron”, explicó el diputado socialista Luis Solana.

Por: Gustavo Laurnagaray