El crudo relato de los hijos que sobrevivieron al asesino de Necochea: “Lo que vivimos fue una pesadilla”

Telenoche entrevistó a los tres hermanos de los jóvenes que fueron masacrados por su padre, junto a su madre y un vecino.

Lo que vivió la familia de Roberto Daniel Vecino fue un verdadero infierno. Tres de los hijos que sobrevivieron a la masacre que ocurrió en Necochea relataron a Telenoche los padecimientos que tuvieron que soportar durante muchos años.

Vecino era el sereno del cementerio de esa ciudad y, en una secuencia fatal que duró poco tiempo, mató a cuchillazos a su mujer, Marta Ester Curuchet (52); a tres de sus hijos, Rosa (19), Etelvina (22) y Roberto (24); y a su vecino Horacio Córdoba (70), quien intentó impedir que asesinara a su familia.

Gustavo, uno de los hijos mayores de Vecino, contó que hace 17 años se fue de su hogar por la violencia que sufría constantemente. “No me entra en la cabeza como una persona puede reaccionar así con tanta crueldad. Es una pesadilla lo que vivimos. Es tristísimo”, afirmó.

El hombre dio una entrevista junto a otras de sus dos hermanas, Daniela, que es mayor, y otra de las chicas, que es adolescente. Aseguró que se enteró del crimen cuando estaba junto a su mujer en su casa de Mar del Plata y por los medios: “No lo podía creer. Ver a mi mamá y a mi hermana es terrible”.

Daniela aseguró que su mamá era muy sometida por su padre. Y que el problema entre ellos se potenciaba con el paso del tiempo. “Ella le tenía mucho miedo a mi papá. No se separaba nunca. Tenía mucho control sobre ella”, comentó.

LA MASACRE

Tras un llamado al 911, la Policía fue al domicilio de Vecino, en el barrio del FONAVI de esa ciudad balnearia. Al ingresar, el hombre hirió a un policía en la mano izquierda y se encerró en el garage. Cuando los oficiales lograron abrir la puerta lo encontraron ahorcado. Una supuesta infidelidad habría sido el disparador de la masacre. El hombre, que estaba medicado porque sufría problemas psiquiátricos, tuvo una reacción extrema y los mató a todos a cuchillazos.

La discusión con Marta Ester Curuchet duró poco tiempo. Fueron minutos de locura. Primero la apuñaló a ella y la dejó tirada en el piso de la cocina. Después, subió a la planta alta de la casa y atacó a dos de sus hijas mujeres, Rosa y Etelvina, de 19 y 21 años. Su hijo Roberto, de 19, trató de escapar. Sólo llegó a correr unos metros cuando lo alcanzó. Peleó, pero no pudo evitar tampoco el trágico desenlace que tuvieron su mamá y sus hermanas antes que él.

Un vecino de 70 años, identificado como Horacio Córdoba, se convirtió en testigo ocasional de la masacre. Pretendió intervenir en favor del joven y también terminó muerto. Con un reguero de cuerpos detrás de él, Vecino se atrincheró en un galpón de la casa pero, al verse rodeado por la policía, se ahorcó.