Tras la marcha de la CGT, el Gobierno se endurece con los gremios

El Gobierno tuvo una fuerte reacción después de la protesta de la CGT que no terminó con el apartamiento de Luis Scervino y Ezequiel Sabor, dos hombres de organismos clave en la relación con los gremios y muy vinculados a sindicalistas como José Luis Lingeri y Hugo Moyano.

Además de estos desplazamientos se suman otras medidas que seguramente generarán nuevos conflictos con la central obrera, como el refuerzo del control de los fondos para las obras sociales y la transparencia electoral en los sindicatos, donde los gremialistas suelen permanecer durante décadas de manera ininterrumpida.

El perfil de los nuevos funcionarios que designó Mauricio Macri indica que habrá una relación más dura con los sindicatos. Sandro Taricco, nuevo Superintendente de Servicios de Salud, es un hombre de confianza no sólo del ministro de Trabajo Jorge Triaca sino también de la candidata a diputada de Cambiemos Graciela Ocaña.

Taricco ya había trabajado con Ocaña en el PAMI, en épocas en la que la actual legisladora porteña se enfrentó a Moyano y a otros sindicalistas por sus denuncias en la llamada “mafia de los medicamentos”. La designación de Taricco indica que habrá un mayor control a los fondos de las obras sociales. Entre otras funciones la SSS monitorea el giro de los pagos a la Administración de Programas Especiales.

Mientras que la elección de Horacio Pitrau como viceministro de Trabajo se traducirá en un avance en la transparencia de las elecciones sindicales, medida que el abogado ya había propuesto desde la dirección nacional de Asociaciones Sindicales. Pitrau había sugerido además que se cumpliera con el cupo femenino en los gremios, entre otras medidas.