La cirrosis se puede tratar, pero también prevenir

A diferencia de antes, hoy los especialistas aseguran que si se combaten las causas, que son el alcoholismo y la hepatitis, la lesión puede incluso retrogradarse. El problema es que muchas personas tiene hepatitis y no lo saben.

A pesar de ser altamente prevenible, la cirrosis es un diagnóstico más frecuente de lo que se cree. Tanto la infección por virus de hepatitis B y C, como el consumo abusivo de alcohol, son las causas principales de la cirrosis hepática, que si bien en el pasado tenía los peores pronósticos, hoy es tratable si se detecta a tiempo.

“Desde el punto de vista del hepatólogo, tratar una cirrosis es enfrentarse a una situación que se podría haber prevenido. La clave es el diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno, antes de llegar a una lesión severa del hígado”, explica el doctor Esteban Gonzalez Ballerga, de la división Gastroenterología del Hospital de Clínicas.

El problema es que, según el profesional, más de 1 millón de personas conviven en Argentina con Hepatitis B y C, pero no todas están diagnosticadas. “Se calcula que el 1% de la población tiene hepatitis C. De esa cifra solo están diagnosticados y tratados el 1% de ellos. El resto no lo sabe”, dice. Esto hace que la prevención de la cirrosis sea más compleja.

¿Cómo prevenir esta enfermedad?

Gonzales Ballerga sostiene que las formas de prevención son claras: “Lo principal es acudir al médico. Todos las personas mayores de 50 años, tengan o no antecedentes, deberían realizarse estudios para detectar infección por hepatitis C, al menos una vez en la vida”.

Asimismo, aconseja a toda la población sexualmente activa y/o en estado fértil que esté estudiada y vacunada contra el virus de la Hepatitis B. “En cuanto al alcoholismo, la prevención es la abstinencia o la contención profesional, en los casos más severos”, agrega. Cabe destacar, además, que estas afecciones no generan síntomas hasta que es demasiado tarde.

¿Cómo tratar la cirrosis?

En tanto, el doctor asegura que “el avance de la medicina en la actualidad brinda excelentes perspectivas, con los tratamientos médico-farmacológicos que funcionan muy bien”. A su vez, resalta que un paciente con cirrosis, que esté compensado, no tiene el peor pronóstico, como sucedía tiempo atrás. “Si se retira la causa de la lesión, es decir, si se combate el virus o se evita el consumo de alcohol, la lesión puede incluso retrogradar. Si el paciente no está compensado, es un poco más difícil desandar el camino, pero aún así hay perspectivas de tratamiento”, concluye.