El germen del trigo es muy bueno para nuestra piel y para muchas otras cosas más, como por ejemplo:
- Como tiene mucha vitamina B es bueno cuando tienes astenia (cansancio), depresión, estrés, nerviosismo, etc.
- Contiene ácidos grasos que son beneficiosos para la reducción del colesterol y los triglicéridos, previniendo así enfermedades cardiovasculares.
- Su ingesta es muy adecuada durante el embarazo para conseguir que el feto tenga un desarrollo cerebral adecuado.
- Reduce los niveles de glucosa en sangre de los diabéticos.
- Es muy bueno para nuestro cabello, uñas y piel por su aporte en Zinc y vitaminas B.
- Su capacidad como antioxidante natural lo convierte en el perfecto aliado del antienvejecimiento.
Y es que nutricionalmente hablando es:
- Rico en vitamina E.
- Rico en ácidos grasos esenciales.
- Rico en vitaminas del grupo B; las principales son la Tiamina (B1), Riboflavina (B2), Niacina (B3) y ácido Fólico (B9).
- Rico en minerales.
- Rico en hierro.
- Rico en magnesio, necesario para la formación del esmalte de los dientes y el buen estado de los huesos.
- Rico en fósforo y calcio.
- Rico en proteína.
La manera de tomarla es muy sencilla, hay en forma de perlas, copos o polvos para poder añadir así a nuestras ensaladas, tostadas, sopas…
La única contraindicación es que si sos alérgico al gluten o intolerante no podés consumirlo.