Es una de los íconos de belleza más populares del mundo. La muñeca Barbie se instaló en el mercado hace casi 60 años y desde entonces generó tanto admiración como duras críticas por su estándar de perfección imposible de alcanzar. A pesar que la empresa Mattel intentó lanzar nuevas versiones que promuevan la diversidad, para muchos todavía queda un largo camino por recorrer. Y esta artista plástica decidió empezar ella la propia “revolución” y mostrar el “lado b” que la compañía todavía no se animó a mostrar.
“Este trabajo es una invitación para considerar que podría suceder si nos centramos en las cosas que tanto los hombres y las mujeres tenemos en común, en vez de focalizar siempre en lo que nos separa”, asegura la artista plástica.
A diferencia de la original, esta muñeca no tiene novio, ni luce su figura perfecta en bikini ni hace gimnasia. La “Trophy Wife Barbie” -como fue bautizada- hace todo lo contrario.
En las publicaciones de Instagram, se puede observar como este nuevo modelo de muñeca no tiene problemas de mostrar sus rollos cuando se sienta, ni de fumar o tomar cerveza con sus amigas. Además, siempre se muestra en pareja con otras mujeres para quitar el tabú sobre la homosexualidad.
El “antes muerta que sencilla” tampoco aplica en su caso. La “Anti Barbie” no se depila y tampoco esconde las incomodidades de la menstruación. Ni mucho menos tiene vergüenza de aceptar que odia el corpiño y prefiere no usarlo.
Sino que se trata de una “mujer ordinaria”, como la describe su propia creadora. En varias de las imágenes, se resalta que la muñeca lleva cuernos, como si se tratara de un animal. “Son una representación gráfica de las etiquetas que se le imponen, tratándola como si fuera un trofeo de caza, algo que debe tener un dueño“, concluyó la artista.
