El empate sin goles ante Perú dejó un manto de preocupación en la delegación argentina. Sin embargo, Jorge Sampaoli no modificó su hoja de ruta y continúa con los planes en los que confía para clasificar al Mundial de Rusia.
Si bien el entrenador de Casilda se imaginó un resultado favorable en la Bombonera, la repartición de puntos ante el seleccionado incaico no cambió la estrategia del DT. Su idea inicial era la de trabajar por la mañana en el día posterior al partido, sobre todo en el aspecto regenerativo, para luego liberar al plantel para bajar las tensiones y luego elaborar con tranquilidad la preparación del partido en la altura de Quito frente a Ecuador.
A diferencia de sus compañeros, tanto Lionel Messi como Javier Mascherano decidieron quedarse concentrados en el predio de Ezeiza junto a Lucas Biglia, Nahuél Guzmán y Ángel Di María. La postal es tan común como preocupante cada vez que el astro rosarino se coloca la camiseta albiceleste. Manos en el rostro, mirada al cielo con gesto de impotencia, como implorando a los dioses del fútbol que le regalen un solo gol con la Argentina, tan solo uno de esos que anota a manos llenas y casi por inercia con el Barcelona.
En la última fecha de las eliminatorias, el elenco albiceleste tendrá la obligación de salir a ganar. Así, el DT podría optar por el planteo que más le gusta con tres defensores, para así nutrir más el mediocampo y el ataque. La presencia de Javier Mascherano –si se encuentra en condiciones físicas óptimas- podría darse nuevamente en el fondo o podría volver a desempeñarse como volante central.
Hay mucha incertidumbre respecto del equipo que parará Sampaoli ante Ecuador. La gran incógnita es si repetirá el esquema de 4-3-3 que utilizó en la Bombonera o si apostará a un nuevo ordenamiento táctico. Tampoco se sabe si habrá alguna variación en cuanto a nombres, teniendo en cuenta que el encuentro se disputará en una altura de 2850 metros. En los próximos días, el DT buscará la mejor alternativa.