Corrió 158 kilómetros para exigirle a la Justicia poder ver a su hijo adoptivo

Una pareja fue separada de un nene de 3 años que cuidó durante más de un año; denuncian que el bebe fue adoptado por una familia cercana a la jueza del caso

Octavio Vignolio, un hombre de 35 años de Balcarce, corrió 158 kilómetros durante tres días desde Balcarce hasta General Guido, con temperaturas bajo cero. Durante todo el tramo, llevó una bandera blanca con letras rojas que decía “Justicia por Titi”. Octavio no es atleta, sino que todo el tramo fue para reclamar poder volver a ver a Tiago, un nene de 3 años que cuidaron durante más de un año. La jueza del caso les impuso una restricción de acercamiento y el nene fue adoptado por una familia cercana a la jueza que entiende en la causa, según denuncian.

Según publicó el diario La Capital de Mar del Plata, fueron tres días de maratón que empezó en Balcarce y terminaron en General Guido. Cuando llegó, el hombre lloró y abrazó a su esposa y a su hermano, quien lo acompañó todo el recorrido.

“Queremos ver a Titi y seguiremos reclamando por él, queremos que se haga justicia”, dijo.

Posted by Octavio Vignolio on Saturday, July 23, 2016

Cómo conocieron a su hijo de corazón

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La pareja tiene una orden de restricción para ver al nene, que fue adoptado por un matrimonio de General Guido.

En abril del 2014, por un familiar que tiene Octavio Vignolio y su mujer, Victoria Balda, la pareja se enteró que en el Hospital Materno Infantil de Mar del Plata había un nene de 16 meses que estaba por recibir el alta y no tenía quién lo cuide. El bebe se recuperaba de un cuadro de mala alimentación, afección por sarna y una golpiza de su madre, quien afrontaba cargos por tentativa de homicidio por reiterados ataques violentos.

La pareja visitó al bebe durante varios días en el hospital y cuando lo dieron de alta, lo llevaron a su casa con la promesa de una guarda con fines de adopción. Lo cuidaron durante un año y un mes, hasta que un grupo de policías se presentó en su casa para llevarse al nene.

Idas y venidas

Después de seis meses de que “Titi” estuviese con la pareja, les solicitaron revincularlo con la abuela materna. “Durante cinco viernes, nos reunimos con ella, pero no había forma de que se relacionaran , así que Tiago quedó en régimen de adoptabilidad y se abrió el listado de adoptantes. A nosotros no nos permitieron anotarnos”, contó a LA NACION Octavio Vignolio.

“Quedamos excluidos, y a fines del 2014 nos llamaron para decirnos que la justicia había seleccionado un matrimonio. Hicimos la vinculación y los supervisores y psicólogos dijeron que los resultados habían sido negativos. El matrimonio renunció y Titi permaneció con nosotros”, detalló Octavio.

Cinco meses después de renunciar a la adopción, la familia volvió a mostrarse interesada. Por esta razón, en abril del 2015, efectivos policiales se presentaron en la casa de Octavio y Victoria y se llevaron a Titi a la ciudad de Guido, con el matrimonio de Eduardo Orazi y Alejandra Madrina Masciotro.

“A nosotros nos decía papás y con ese matrimonio no se podía vincular, habían dicho los especialistas. Aparte, ellos habían renunciado, lo que significa que el nene está sufriendo un nuevo abandono. El problema es que el matrimonio que vive en Guido es conocido de la jueza que entiende en el caso”, denunció Octavio.