“Se está evaluando cobrar un plus con el fin de paliar la situación de las estaciones de servicio, ya que las ventas disminuyeron muchísimo y eso afecta a nuestra rentabilidad. A la crisis económica general, se agrega que en Santa Fe y Entre Ríos las inundaciones afectaron al campo y eso impactó en el nivel de consumo”, sostuvo Amado.
Mario Amado añadió que en el país las ventas bajaron 5% y que en algunas zonas de la provincia hay estaciones en las que se registró una retracción de 20%.
“Además han subido los gastos operativos, la presión impositiva es grande y estamos atravesando por un momento muy crítico, ya que necesitamos vender más litros para poder cubrir los gastos, pero las ventas siguen bajando”, dijo.
El adicional de $ 1 por litro de nafta se enmarcaría en la restitución del denominado servicio de playa, aunque existen algunos fallos contrarios a su uso que “en este momento se están analizando”, dijo Amado.
“De los $ 20 que sale el litro de nafta, a nosotros nos queda $ 1,50 o $ 1,60, y necesitaríamos que nos entre al menos $ 2,50”, sostuvo y reveló que negocian con las petroleras “para que paguen $ 1 más por litro”.
Por su parte, el presidente de la Federación de Entidades de Combustibles (FEC), Juan Carlos Basílico, consideró que el cobro de un adicional en la carga de combustibles puede ayudar a la recuperación de la rentabilidad escasa de las estaciones de servicio, pero advirtió que es una medida muy complicada para implementar debido a que “se convierte en un nuevo golpe al bolsillo del consumidor”.
El dirigente representante de los expendedores de una gran parte del país, rechazó los futuros incrementos en el precio de las naftas y el gasoil, porque “lejos de actualizar el nivel de ganancias, perjudica seriamente al “Dado que las petroleras se niegan a aumentarnos la comisión por venta, la única variable favorable es el volumen de producto vendido, lo que a raíz de los anteriores aumentos y la recesión, no alcanzaron para cubrir los costos fijos de los establecimientos”, concluyó.