Pakistán: jerarcas islámicos repudian una ley que castiga la violencia contra las mujeres

Una nueva legislación en la provincia de Punjab sanciona a los hombres que golpean a sus esposas. El Consejo de la Ideología Islámica y 30 partidos políticos afirman que la norma es "antiislámica" y "atenta contra la familia". Preparan protestas en todo el país

En algunas regiones del mundo no sólo es difícil entrar al siglo XXI. Cuestiones básicas del siglo XX parecen una quimera. Algo de eso se está viviendo en Punjab, la provincia más grande de Pakistán. El gobierno local aprobó una ley para la protección de las mujeres contra la violencia.

La nueva legislación establece que los hombres no pueden pegarles a sus esposas y, si lo hacen, pueden ser desalojados de sus domicilios, forzados a llevar un brazalete con GPS para controlar su ubicación, y quedan inhibidos para comprar armas. Además, propone la creación de una línea telefónica para que las mujeres denuncien si son golpeadas por sus maridos.
ESTAS NORMAS, HABITUALES EN OCCIDENTE HACE DÉCADAS, DESPERTARON LA INDIGNACIÓN EN GRAN PARTE DE LA JEARAQUÍA POLÍTICA Y RELIGIOSA PAKISTANÍ
Estas normas, habituales en Occidente hace décadas, despertaron la indignación en gran parte de la jearaquía política y religiosa pakistaní. Una coalición de 30 partidos declaró la ley “antiislámica” y “una amenaza a la más sagrada institución: la familia”. Y amenaza con protestas en todo el país si el gobierno de Punjab no da marcha atrás.
No sólo los partidos opositores se oponen a la nueva ley. También el Consejo de la Ideologìa Islámica, designado por el Gobierno, calificó la ley de “repugnante” contra su “religión y cultura”. El principal objetivo del Consejo es garantizar que todas las leyes del país cumplan con la sharia, la ley islámica. Algunas de sus últimas decisiones fueron defender el derecho de los hombres a casarse con una menor, dispensarlos de pedir permiso a sus primeras esposas para casarse con una segunda o tercera y hacer imposible que una mujer pueda probar una violación.

El escritor y novelista pakistaní Mohammed Hanif define al Consejo como “el más privilegiado sucio club de hombres viejos” del país, en una columna que pubicó The New York Times.