¿Susana Giménez, estado civil? “Tengo mis cositas”

La diva habló de su debut como productora en Sugar y dejó espiar un poquito de su intimidad sentimental en Gente.

En el año que cumple 30 años en la televisión, Susana Giménez (73) fue por más y debutó como productora teatral con Sugar, obra que protagonizó en los ’80. “No concibo la vida sin riesgos y sin entrega total. Al principio dije ‘no’. Me parecía una locura. Pero entendí que no había margen al error: Sugar está probadísima, es un clásico forever”, dijo la diva en la revista Gente, en una nota en la que también habló de amor.

“¿Seguís enamorada de tu soledad?”, indagó el periodista, ante las reiteradas declaraciones de Susana sobre sus pocos deseos de volver a estar en pareja. Sin embargo, la conductora sorprendió con su pícara respuesta: “Pero yo nunca estoy tan sola…”, expresó, y dejo espacio a la duda.

“Detesto es la convivencia. ¿Cuándo entenderá la gente que eso destruye por completo a las parejas? Me gustan los hombres más que nada en el mundo, pero no tanto como para volver a vivir con uno”.

“Me refiero al amor”, retrucó el entrevistador. Y Susana no se achicó: “¡Sí, yo también! Salgo, tengo mis cositas. Lo que detesto es la convivencia. ¿Cuándo entenderá la gente que eso destruye por completo a las parejas? Me gustan los hombres más que nada en el mundo, pero no tanto como para volver a vivir con uno. El baño, el televisor y el tiempo ya son sólo míos, para siempre”.

En el mismo plano sentimental, a la diva le preguntaron si alguna vez tuvo una historia con dos hombres en el mismo tiempo cronológico, y ella asintió sin vueltas: “A veces sí (se ríe). Tuve por ahí algún affaire con alguien estando en pareja. Pero eso es más común de lo que creemos. Es que yo he sido muy traviesa en el amor… Igual, a esta altura de mi vida conozco tanto a los tipos que ya no me enamoro ni loca”, sentenció, para luego dejar en claro que con Facundo Moyano son sólo buenos amigos. “En él descubrí a un hombre cultísimo, con una dialéctica brutal. Es muy interesante hablar con él. Todo lo demás que puedan imaginar, no existe. ¡Basta!”.