SpaceX planea enviar naves al planeta rojo en 2018

La empresa estadounidense enviará versiones modificadas de sus cápsulas Dragon al planeta rojo como parte de su objetivo de llegar a Marte

Elon Musk, fundador de SpaceX, afirmó que querría morir en Marte… pero no en una colisión contra el planeta; y su empresa aeroespacial ha anunciado que planea empezar a enviar naves tipo Red Dragon al planeta rojo a partir de 2018. En estos trayectos iniciales no habrá humanos a bordo, pero supondrán un primer paso vital para que los astronautas lleguen a pisar Marte.

Puede parecer un proyecto ambicioso, pero SpaceX no es la única institución dedicada a la exploración espacial que tiene a Marte en el punto de mira. Recientemente, China también reveló que se disponía a enviar una nave a Marte en 2020, un año en el que, al igual que ocurrirá en 2018, la alineación entre la Tierra y Marte facilitará los viajes interplanetarios.

Todavía no se dispone de muchos datos específicos sobre ambos proyectos, pero el director de la Administración Espacial Nacional China (AENC) ha dejado entrever que la misión de su país resultará bastante compleja.

“Contamos con que la sonda orbite alrededor del planeta rojo, aterrice y despliegue un rover, todo en la misma misión, lo que supone un objetivo de cierta dificultad”, afirmó el director de la AENC Xu Dazhe el 22 de abril según la agencia de prensa Xinhua. Claro que China consiguió cumplir exactamente ese objetivo en la Luna: la nave Chang’e 3 entró en órbita, alunizó y desplegó el rover lunar Conejo de Jade en 2013.

Se espera que Musk dé muchos más detalles sobre sus planes de colonización de Marte en el Congreso Internacional de Astronáutica de Guadalajara (México) en el mes de septiembre. Y uno de estos planes podría incluir que se enviasen humanos a Marte en algún punto a partir de 2020 como parte de un programa de exploración que podría contar con la colaboración no económica de la NASA.

“Estamos haciendo muchas cosas interesantes con empresas estadounidenses, pero nos interesa especialmente uno de los próximos proyectos de SpaceX que se fundamentaría en un contrato sin contenido económico que tenemos suscrito con esta empresa”, comentaba en el blog de la NASA su vicedirectora, Dava Newman.

“SpaceX nos suministrará datos de entrada, descenso y amartizaje; y, a cambio, la NASA ofrecerá apoyo técnico al plan de la empresa para llevar una nave no tripulada Dragon 2 a la superficie marciana”.

Un primer impulso
El lanzamiento de naves no tripuladas a Marte es el primer paso de cualquier plan dirigido a que la humanidad ponga pie en el planeta, que era uno de los objetivos de Musk al fundar SpaceX hace más de una década. Amortizar cargas de gran tamaño no es una tarea precisamente fácil: la atmósfera del planeta no es lo suficientemente densa como para efectuar un descenso con paracaídas de frenado si la nave supera una masa determinada.

Es necesario llevar a cabo misiones de prueba iniciales para poner a punto las tecnologías que se emplearán para hacer llegar cargas pesadas y seres humanos de forma segura a la superficie, como la grúa aérea impulsada por retrocohetes que llevó el Rover Curiosity de la NASA hasta la superficie de Marte en 2012.
Por el momento, todo apunta a que SpaceX planea emplear tecnologías de propulsión para depositar las Red Dragon, que serán versiones actualizadas de la nave Dragon 2.

“La Dragon 2 está diseñada para poder tomar tierra en cualquier punto del sistema solar. La misión Red Dragon a Marte es la primera prueba de vuelo —afirmó Musk en Twitter, al tiempo que apuntaba que la Dragon no sería ideal para enviar seres humanos a Marte—. No es la mejor para viajes largos: por dentro es más o menos tan espaciosa como un todoterreno”.

En su plan para hacer llegar la Red Dragon a Marte, es probable que SpaceX confíe en su potente cohete Falcon Heavy, sobre el que anunciaron que se lanzará a lo largo de este año pero que ya ha sufrido retrasos anteriores.

Dinero, apoyo técnico y tecnología
Jonathan McDowell, científico del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, cree que el plan de SpaceX es razonable y comenta que la empresa “tiene el cohete, la nave, el dinero y el apoyo técnico de la NASA”. Con todo, afirma que: “es probable que haya retrasos en el proyecto del Falcon Heavy y que estos demoren el plan hasta el momento más oportuno en 2020. Me sorprendería e impresionaría que lo lograsen en 2018”.

Tampoco ha habido declaraciones oficiales por el momento sobre cómo afrontará SpaceX los retos de protección planetaria, es decir, cómo logrará que el contacto de la nave con la superficie del planeta no implique un riesgo de contaminarlo con formas de vida terrestres. Sin embargo SpaceX sí que ha confirmado que pediría consejo a la NASA para desarrollar un plan de protección planetaria para Marte.

Y además, salvo que los viajeros espaciales estén dispuestos a aceptar un billete solo de ida a nuestro rojo y polvoriento vecino, todavía queda por resolver la cuestión de cómo despegar del planeta, algo que probablemente importe a unas cuantas personas, entre ellas a Musk.