El economista Aldo Abram, director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, dijo que los aumentos en los servicios públicos y el transporte son “inevitables” porque, si no se recortan los subsidios que contribuyen a un déficit fiscal récord, “podemos terminar como en los finales de los ’80 con hiperinflación”.
Abram destacó que “ya en el interior venían pagando más por el transporte y los servicios, en especial los más pobres, que pagaban impuestos para que, por ejemplo, nosotros en la Capital Federal pagáramos menos para ir al trabajo”.
El economista liberal enfatizó que un déficit fiscal del 7 por ciento del Producto Bruto Interno, como el heredado por el gobierno de Mauricio Macri, implica “un nivel del gasto público inmanejable”, que hay que bajar lo más rápido posible.
Agregó que la fuerte suba del gasto público durante el gobierno anterior es “lo que ya vivimos en los 80, que terminó con el Banco Central quebrado y la hiperinflación”.
En ese sentido, Abram sostuvo que el gobierno calcula que “con todos estos aumentos se puede llegar a ahorrar alrededor de un punto del PBI. La intención del gobierno es corregir el déficit en forma gradual, financiándolo con el crédito externo”.
Señaló que, en general, los economistas están estimando una inflación de entre el 5 y el 6 por ciento para abril debido a los aumentos anunciados ayer.
En su opinión, esos incrementos no deberían reflejarse en los precios de los productos alimenticios porque son “bienes comercializables que se exportan o importan y que se expresan en función del dólar. Ya han tenido aumentos por la devaluación derivada de la salida del cepo”.
