Hay algunas razas más predispuestas a hacerlo, mientras que a otras les cuesta mucho más. Debido a esto, surge la pregunta de si se puede enseñar a nadar a un perro. Esto no parece tarea sencilla, pero, ¿es posible?
Vamos a ahondar sobre este tema y a contarte todos los detalles. La respuesta es sí, se puede enseñar a un perro a nadar y contaremos cómo hacerlo.
Hay que tener en cuenta que aunque por norma general los perros son más amigos del agua que los gatos, no a todos les gusta. Y aunque enseñar a nadar a un can desde cachorro es lo mejor, en ocasiones este puede sentir miedo y podría relacionar el agua con algo negativo.
Por tanto, es de suma importancia que el contacto con el agua del animal sea divertido y nada traumático. Así el animalito lo relacionará con algo positivo y, sobre todo, lograremos el objetivo: enseñarle a nadar.
Enseñar a nadar a un perro: el primer contacto debe ser divertido
Para que el primer contacto sea divertido, te vamos a dar unos tips que te serán muy útiles. Y es que no es extraño ver a perros adultos con miedo a bañarse a causa de una experiencia negativa con el agua cuando eran cachorros.
Aquí no valen los malos consejos de tirar al perrito al agua porque él ya nace sabiendo nadar. Nada de eso, pues podría alejarnos de nuestro objetivo más que ayudarlo a conseguirlo.
Por tanto, el primer contacto con el agua del animal deberá ser de forma paulatina y despacio, con paciencia. Nunca hay que forzar, ya sea un cachorro o un adulto.
Podemos sentarnos en la piscina, el lago o el mar, donde sea que estemos, y tener a nuestro cachorro al lado. Lo cogeremos en brazos y dejaremos que el agua moje sus patitas. Si vemos que se siente cómodo, un rato después podemos dejar que le moje su barriguita. De lo contrario, le daremos más tiempo para que se acomode.
Una forma de lograr que se sienta cómodo es convertir el lugar en una zona de juegos. Poner sus juguetes preferidos (los que se puedan mojar, claro) puede atraer su atención, e incluso podría meterse en el agua solito.
Escoge lugares poco profundos
No vayas a un lugar que el perro nada más meterse en el agua se hunda. Busca una zona que no sea muy profunda. Incluso podría ser una bañera, o si tienes en casa una piscina de plástico como la que se usan para los niños.
La orilla de la playa, con la ayuda de una pelota y unas palabras de ánimo y cariño, podrían motivarlo a zambullirse por él mismo sin ni siquiera necesitar nuestra ayuda.
Flotadores, otra opción
Si ves que a tu animal le cuesta, podría optar por ponerle flotadores. Estos le darán seguridad y además lo ayudarán a aprender a nadar.
Además, estos podrían salvarle la vida, ya que no todos los perros tienen la agilidad innata de mantenerse mucho tiempo bañándose. Recuerda que lo importante es hacer que el agua sea un lugar divertido para él y no crearle traumas que lo lleven a tener problemas de adulto.
Tu ayuda es algo esencial
Como siempre te decimos en muchos de nuestros artículos, el amor, la perseverancia y el cariño logran grandes cosas. Tu ayuda es una parte esencial si quieres enseñar a nadar a tu perro.
Ademas de tus palabras de ánimo y cariño, debes hablarle de manera que él sienta que confías en él y que tú realmente crees que puede logarlo. Quizá no entienda nuestras palabras, pero sí percibirá el tono con el que se las decimos.
Por otro lado, podrías sostenerlo con tu manos por la cintura y así asegurarte de que usa sus 4 patas. Si lo sueltas, podría nadar solo. Quedarte cerca de él incluso cuando está nadando solo podría ayudarle también a incrementar su confianza.
Todo lo que creas que puedas hacer por ayudarle será bien recibido por él, Seguro que obtendrás buenos resultados. Ánimo, ¡tu perro también puede nadar!