Qué comer antes de realizar ejercicio físico

Una especialista seleccionó los alimentos fundamentales para mantener elevado el glucógeno, clave para un rendimiento exitoso. Las variantes más saludables según el momento del día

La falta de actividad física en niños y adolescentes no sólo puede conducir al problema del sobrepeso y obesidad. También puede encaminar a una persona hacia una enfermedad de gravedad. Sin embargo, el ejercicio no es el único aspecto importante a la hora de pensar en mantener un peso saludable. La alimentación previa a cualquier actividad es fundamental.

La clave radica en la calidad y cantidad de alimentos, a través de las reservas de glucógeno. La nutricionista Laura Romano (MN 5.992) explicó que “cuanto más elevada sea la cantidad de glucógeno almacenado en los músculos mayor es la intensidad del esfuerzo que puede ser sostenida”.

De antemano, la selección es primordial para poder realizar el ejercicio habitual de forma eficiente. “Una mala inclusión de alimentos puede ser determinante, ya que al realizar ejercicio se puede no llegar a tolerar la intensidad a la que se está acostumbrado o incluso que la fatiga aparezca mucho más pronto”, sostuvo Romano.

En los últimos, la concientización masiva junto a diversos estudios científicos dejaron en evidencia que una alimentación sana, adecuada, placentera, equilibrada, variada y suficiente -acompañada de la práctica habitual de ejercicio físico- es clave para prevenir enfermedades como la obesidad, diabetes, hipertensión y problemas cardiovasculares, entre otras.

Romano afirmó que “para asegurar que la reservas de glucógeno sean óptimas hay que priorizar el consumo de hidratos de carbono (panes, pastas, arroz y cereales). Se recomienda no consumir excesivas cantidades de fibra ya que pueden provocar molestias gastrointestinales y dificultar el entrenamiento”.

Si se realiza actividad física por la mañana es importante desayunar al menos una hora antes. Algunas opciones saludables: yogur con cereales, tostadas con queso y mermelada con un café o té.

“Si no se dispone del tiempo suficiente, igual debe consumirse algo. Puede ser una banana, una barra de cereal o un turrón y si no una bebida deportiva que contiene casi la misma cantidad de carbohidratos”, dijo la experta en nutrición.

Además, añadió: “Si el entrenamiento es post almuerzo o cena -lo ideal es que sea luego de las dos horas- se puede optar por una carne de fácil digestión como la pechuga de pollo o el pescado blanco, acompañado de arroz, pastas, papa o pan con algunas verduras”.

La nutricionista recomendó “no consumir ningún carbohidrato en esta comida. Es muy probable que el rendimiento sea menor y que la fatiga aparezca antes de lo habitual”.