“Normalmente cuando muere un barra importante en nuestro fútbol, recorren la cancha que corresponde. Es algo que pasa en todos los clubes”, manifestó el presidente de Racing en diálogo con Sportia.
El 14 de agosto, en medio de los dos enfrentamientos que se dieron este año en la hinchada, las puertas del Juan Domingo Perón se abrieron para recibir al cortejo fúnebre que trasladaba los restos de “Rulo” Gómez, un histórico líder de “La Guardia Imperial”.
La interna de la barra viene desde hace mucho tiempo, pero estalló el 1º de octubre de 2016 en la previa del duelo entre Racing y Patronato de Paraná disputado en el Presidente Perón. Aquella tarde de sábado, miembros disidentes atacaron a balazos una camioneta donde se trasladaban integrantes de “La Guardia Imperial”, dejando un saldo de dos heridos. Uno de ellos fue Fabián “el Mono” Pastor, encargado de las bandera.
19 días después, la noche anterior al partido frente a Gimnasia y Esgrima La Plata por la Copa Argentina, la facción disidente colgó pasacalles frente al hotel Savoy, donde se concentraba el equipo. Los mismos apuntaban contra Raúl Guillermo Escobar Barrios, alias “Huevo”, actual líder de la “Guardia Imperial”: “Cogorno: soltale la mano al asesino de Pacheco, que hace negocios con ‘Bebote’ Álvarez, al que camina con toda la policía. Huevo ortiva, da un paso al costado o hay balas para todos. Racing si, putos no”.
También, aparecieron pintadas en el estadio: “Huevo: las banderas se defienden y vos corristes” y “Muchachos abran los ojos. Por Racin (sic) se pelea no se manda la policía”.
Luego de varios meses de tensa calma, la interna recrudeció el 8 de agosto de este año, cuando ambas facciones se enfrentaron a tiros frente al club Alvear, ubicado en Parque Avellaneda. La balacera dejó como resultado un herido y obligó a la seguridad que suspenda el partido entre Racing y Mitre de Santiago por Copa Argentina, que debía disputarse dos días después.
El partido se pospuso 10 días, pero no se pudo evitar un enfrentamiento entre ambas facciones. En cercanías al estadio de Banfield, sede del partido, miembros de ambas facciones se bajaron de los micros y se enfrentaron mano a mano, dejando como saldo un herido leve de arma blanca.