¿Por qué los labradores son víctimas del “gen de la gordura”?

Una investigación reveló los motivos

El mejor amigo del hombre también tiene problemas de obesidad. Especialmente aquellos perros de la raza labrador, quienes engordan más de lo habitual. Estos kilos de más estarían codificados en los genes, según un estudio de la Universidad de Cambridge en Reino Unido.

El labrador retriever es uno de los perros de raza que más personas poseen en el mundo. Son amigables, cariñosos, sensibles e inteligentes, entre tantas virtudes que lo convierten en un “perro de moda”. El retriever -como todos los perros de raza- se reproducen únicamente con sus pares de la misma especie. No hay mezcla de ADN (genes) con otras razas, lo que mantiene la pureza de la línea hereditaria.

La obesidad canina, uno de los tanto problemas con los que deben lidiar los dueños de los animales, tiene una prevalencia de 34 a 59%. Esta enfermedad afecta a perros de la misma manera que a los seres humanos (inclusive disminuyendo su expectativa de vida, que en esta raza es de 12 años). Los investigadores de Cambridge demostraron que la deleción (una alteración que se caracteriza por la pérdida de un fragmento) del gen POMC es la responsable del desarrollo de obesidad en esta raza. También descubrieron una asociación significativa entre este gen y tener mayor apetito.

Los labradores son los perros que tienen más problemas de obesidad y el motivo es bastante sencillo: comen más de lo que su cuerpo necesita para convertir el alimento balanceado en energía. Si bien son glotones y les encanta el dulce, no es más que una observación del comportamiento y, en este caso, una elección de gustos.

En los seres humanos, a diferencia de los perros, hay varios factores que participan del mecanismo de la obesidad: cuestiones personales, familiares, laborales, ansiedad, estrés, tristeza, entre otros. Y, por sobre todo, factores genéticos, variantes del gen FTO, que es uno de los participantes responsables del mecanismo del sobrepeso y del mayor riesgo de desarrollar obesidad en los seres humanos.

El estudio desarrollado en Reino Unido arrojó el siguiente dato: el 23% de los 310 labradores analizados tenían esta mutación (alteración) en el gen mencionado, y pesaban casi dos kilos más que el promedio. “Variantes del gen POMC también están asociadas a un mayor riesgo para desarrollar obesidad en seres humanos, el cual participa de complejos mecanismos de apetito-saciedad, y el balance energético corporal”, se detalló en el informe.

Los labradores son muy buenos para funciones asistenciales, y tienen una mayor facilidad para el aprendizaje de nuevas tareas. En realidad, son más fáciles para entrenar, ya que el mecanismo de recompensa es la comida. Al tener un mayor apetito -y gustarle más el alimento- hacen acciones correctamente ejecutadas para lograr esa recompensa tan deseada (que suelen ser galletitas, la mayor cantidad de veces).

Está demostrado que la mayoría de las razas de perros modernos se originaron hace relativamente poco tiempo a partir de un pequeño número de animales fundadores. Esto hace que el análisis genético sea más fácil de asociar con ciertas características físicas, enfermedades y comportamiento que los seres humanos. En este caso, la consulta al veterinario es esencial: el entrenamiento y las comidas son las claves para que vuelva a encontrar su peso justo.

Por Jorge Dotto, médico (UBA) patólogo y genetista. Autor de “Genética. Cómo puede cambiar nuestras vidas” (@JorgeDotto)