Por los crímenes en La Perla, Benjamín Menéndez recibió otra cadena perpetua

Es la 11° que recibe el ex jefe del Ejército. Sólo en Córdoba tiene tres condenas de por vida. Perpetua también para Vergez y el "Nabo" Barreiro.

El jefe del Tercer Cuerpo de Ejército durante la pasada dictadura militar, ex general Luciano Benjamín Menéndez acaba de ser condenado a prisión perpetua por el Tribunal Oral Federal Nº 1 de Córdoba, tras ser hallado culpable de violaciones a los Derechos Humanos en el marco de la megacausa La Perla, donde se juzgaron 21 causas judiciales por abusos durante la represión ilegal desde 1975 hasta 1979 en distintos centros clandestinos de detención de la provincia de Córdoba.

Esta es la 11ª condena que recibe Menéndez desde que comenzaron los juicios por delitos de lesa humanidad. En Córdoba fue condenado en tres oportunidades a cadena perpetua por delitos de lesa humanidad, la primera de ellas en julio de 2008. Fue dado de baja del Ejército Argentino el 27 de Mayo de 2011, luego de que su condena a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad fuera confirmada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Esta vez fue juzgado por los delitos de privación ilegítima de libertad; allanamiento ilegal; usurpación; robo calificado; 670 hechos de privación ilegitima de la libertad agravada; 655 hechos de imposición de tormentos agravados; 311 hechos de homicidio calificado.

También fue condenado a prisión perpetua el capitán Pedro Héctor Vergez, ex jefe del Comando Libertadores de América un grupo parapolicial que actuó durante el gobierno constitucional de Isabel Perón; y ya durante el gobierno militar integró el Destacamento de Inteligencia 141. A fines de julio de 1976 pasó al Batallón de Inteligencia 601 de Buenos Aires.

Otro de los cabecillas de la represión ilegal condenado a prisión perpetua fue el capitán Ernesto “Nabo” Barreiro, quien también antes del golpe de Estado integró el Comando Libertadores de América, y ya en dictadura fue jefe de torturadores de los centros clandestinos de detención y exterminio dependientes del Ejército en Córdoba.

En 1987, cuando la Justicia federal lo citó por delitos cometidos durante la dictadura, encabezó el alzamiento carapintada de Semana Santa y se fugó, siendo luego capturado y dado de baja del Ejército el 15 de abril de ese mismo año. Fue inmediatamente beneficiado por la Ley de Obediencia Debida.

Por: Gustavo Molina