Lionel Messi ya llegó a Montevideo. Con la Selección, claro, y a la espera del partido, por las Eliminatorias, frente a Uruguay. Esta vez, su familia se quedó en España. Y había un motivo: Antonela, la mujer de La Pulga, recibió la visita de Daniella Semaan, la esposa de Cesc Fábregas y una de sus mejores amigas. Una dupla explosiva. Y que dejó registro del encuentro de una manera muy particular: con un video de ellas juntas, paseando en auto por Barcelona, y en el que la modelo libanesa le canta a su compinche.
“Otro gol de Messi, tu eres mi Antonela…” . Mirando a cámara, con una gorrita y un filtro de Snapchat, Daniella canta mientras Anto conduce su camioneta. Y no es una canción cualquiera, se trata de una de las frases que tiene el nuevo hit Báilame, de Nacho, Yandel y Bad Bunny.
La amistad entre las esposas de Messi y Fábregas nació en el 2011, cuando Cesc retornó al Barcelona luego de jugar en el Arsenal. En esa época, Semaan no hablaba español y encontró resguardo en Roccuzzo, quien entendía a la perfección el inglés. Y desde ahí se convirtieron en inseparables.
El fútbol las separó geográficamente cuando el volante fue transferido al Chelsea y Daniella se instaló, junto con sus cinco hijos (tres de Cesc y los dos de su matrimonio anterior) en Londres. Pero el lazo no se cortó. Al contrario: utilizando las redes sociales o aprovechando cada hueco en el calendario para hacerse una visita relámpago, las dos morochas lograron que los 1.859 kilómetros de distancia que hay entre Inglaterra y España no fueran un impedimento para seguir siendo amigas.
Los cumpleaños, embarazos, fiestas o vacaciones, entonces, se convirtieron en las excusas perfectas para reencontrarse, compartir secretos y pasar tiempo juntas. El último 30 de junio, por caso, Daniella fue una de las invitadas especiales de la boda de Antonela con Leo. Una presencia que no pasó inadvertida: al contrario, fue una de las mujeres más buscada por los flashes de los fotógrafos.
Hace dos meses, Antonela y Sofía Balbi, la esposa de Luis Suárez, inauguraron un local de Sarkany en España. Y ahí, como siempre, estuvo Daniella, quien no tuvo problemas para sacar su tarjeta de crédito y convertirse, así, en la primera clienta del lugar.
Sin Leo en Barcelona, Antonela no se bajoneó: aprovechó el parate por las Eliminatorias para pasar unas horas con su gran amiga. Y disfrutar, claro.
