Mara Laudonia: “María Eugenia Vidal no tiene Panamá Papers, es una mujer de barrio”

La periodista habló sobre su libro “La gobernadora”, una investigación sobre el origen y ascenso de lo que bautiza como “vidalismo”

A 7 meses de asumir la gobernación bonaerense, el ascenso de María Eugenia Vidal continúa siendo un misterio. ¿Cómo hizo, contra todos los pronósticos, una funcionaria de bajo perfil y desconocida pudo vencer el aparato político del PJ bonaerense? Y, lo que es más importante: ¿puede Vidal administrar lo que ha sido calificada por algunos como “la provincia ingobernable”?

Algunas de estas preguntas intenta contestar la periodista Mara Laudonia en su reciente libro La gobernadora (Editorial Sudamericana), donde hace un repaso sobre la vida privada, su carrera pública, y los primeros meses de gestión bonaerense del cuadro político del PRO que permitió a Macri ganar “la madre de las batallas” electorales.

La investigación, basada en entrevistas con colaboradores, amigos y allegados, aborda aspectos poco conocidos de la infancia y adolescencia de Vidal que transitó en el barrio porteño de Flores. Allí estudió en el Colegio Nuestra Señora de la Misericordia. De madre bancaria y padre médico, “Mariú” tenía las costumbres típicas de una familia de clase media de la zona: por ejemplo, las juntadas que hacía con sus amigas en el extinto Pumper Nic (luego Mac Donald’s) de avenida Directorio. En la casa tampoco se discutía de política, pero se cultivaba la “cultura del esfuerzo y del trabajo”.

Para Laudonia, esa diferencia de origen es uno de los puntos que la distinguen del resto de los funcionarios que integran el gabinete de la Ciudad y del Gobierno, que en su mayoría provienen de familias acomodadas. Y en parte, es lo que le permitió vencer en el distrito más importante en el país.

“Eso se vio en el triunfo en la Provincia de Buenos Aires. Me cuesta pensar cuál otro funcionario del PRO podría haber alcanzado el nivel de empatía como el que tuvo ella con el electorado bonaerense”, expresó la periodista en diálogo con Infobae. “Vidal no tiene Panamá Papers, es una mujer de barrio, comenzó sin contactos políticos. Veremos cómo el poder a la afecta a su nivel de vida”, remató.

Cumplida la mayoría de edad, Vidal decidió cursar la Licenciatura en Ciencia Política de la Universidad Católica Argentina (UCA), donde conoció al hombre de su vida, el ahora intendente de Morón Ramiro “Rama” Tagliaferro. Tras recibirse, ingresa a trabajar en abril de 1997 en la ANSES y conoce allí a Horacio Rodríguez Larreta, el hombre que hiciera de puente con Mauricio Macri. De la mano de la relación laboral con Larreta es que ingresa a la Fundación Sophia, un think thank liberal creado al calor de la crisis del 2001 y que tenía la tendencia de reclutar cuadros técnicos de la casa de estudios católicas.

En la ONG, la joven funcionaria se especializa en temas sociales y conoce a Mauricio Macri, a quien cautivó en 2001 durante una presentación del trabajo “Ingreso para el desarrollo humano. Una alternativa posible para la superación de la pobreza en la Argentina”. La propuesta sería uno de los antecedentes de la Asignación Universal por Hijo. Desde ese momento pasa a trabajar con el equipo de Macri en la Legislatura porteña, hasta que en 2008 pega el primer gran salto y llega la Subsecretaría de Desarrollo Social.

A lo largo de su carrera en la gestión social, Vidal cultivó un perfil técnico muy marcado. “Larreta con peluca”, le dirán. “Vidal es muy ejecutiva y trabajadora, un rasgo que lo hereda de su jefe de toda la vida, Horacio Rodríguez Larreta. Tiene una forma de trabajar muy parecida a él, y por eso logran construir una afinidad. Comparten una forma de gestionar. Es por eso que, en un gabinete repleto de hombres la tratan como uno más, en el sentido no de que no la consideran una mujer débil”, destacó Laudonia.

Ya como ministra, el libro cuenta cómo Vidal constituye un núcleo propio y tiene un rol fundamental en el nucleamiento de la Juventud PRO. Pero su prueba de fuego que la catapultará, según Laudonia, es el conflicto por la ocupación de los terrenos del Parque Indoamericano, en Villa Soldati, donde mueren Emilio Canaviri Álvarez, Bernardo Salgueiro y Rosemary Churapuña producto de una represión conjunta de la Policía Metropolitana y Federal.

“Ahí Macri se da cuenta del potencial de Vidal y la suma a su riñón político. Le aporta al jefe de Gobierno un conocimiento y herramientas sobre quién era el puntero, quién estaba por vivienda o cuales eran los que estaban por cuestiones políticas. Demostró ser una mujer que camina el territorio, algo que no ocurre con otros funcionarios”, aseguró la periodista de Télam. “Más tarde, con el triunfo en Provincia, la prensa no vio lo que implicaba para el partido del PRO su gestión en Desarrollo Social”.

– ¿Existe el vidalismo como corriente en el PRO?

El vidalismo se está formando, hay muchos elementos del gobierno Vidal que tiene cualidades propias y diferentes al gobierno nacional. Una característica distinta fueron las medidas iniciales que impulsó cada uno; siendo minoría en la Legislatura bonaerense, trató de pasarlas todas por ese ámbito, cuando al mismo tiempo las de Macri fueron muy cuestionadas. Lo mismo con el tema de tratar de romper la lógica de los barones conurbano y repartir los fondos de manera equitativa. Pero Provincia y Nación se necesitan uno del otro. No veo a Vidal contradiciendo a Macri, pero sí pidiendole cosas justas si pidiendole cosas que considera justas como el fondo conurbano, la provincia tiene reparto desigual por la coparticipación con respecto a otras provincias.

– En el libro pareciera que la gobernadora no tiene defectos marcados. ¿Podría mencionar alguno?

– Tuvo errores de gestión, como cuando al inicio anuncia el plan de emergencia en seguridad a fines de diciembre. Ahí tiene una falla entre el anuncio y la implementación, porque los que lo implementan podrían haber sido los responsables de la fuga de los hermanos Lanatta y Víctor Schillaci. Hay que ver los tires y aflojes con la estructura policial, que tuvo su reacción ante los cambios. Otras debilidades son las dificultades para encontrar cuadros en algunas áreas del gobierno. Los objetivos que se plantea son muy buenos, ojala los cumpla, pero eso puede volverse en contra sí no los resuelve.

– ¿Vidal puede subsistir a una mala gestión de Mauricio Macri?

– Ella tiene la capacidad, es una mujer muy fuerte, pero hay que ver como se desarrolla la economía. La expectativa en el Gobierno es que cambie para el segundo semestre y el primer semestre del próximo año, pero si no cambia, los veo realmente complicados a los dos.