Lucía Maidana: Cinco años de su muerte

Se cumplen hoy cinco años del asesinato de Lucía Maidana, un femicidio que atravesó como muy pocos a la opinión pública, sobre todo por la gran visibilidad y movilización que impulsó la comunidad universitaria. La joven de 23 años era estudiante de la carrera de Comunicación Social de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Unam y hoy una de las salas de lectura en la casa de estudios lleva su nombre.

Las novedades de mayor relevancia con respecto al caso trascendieron en los últimos meses e indicarían que Maidana habría sido atacada por un violador serial. Es que las pruebas genéticas de otros dos ataques sexuales también cometidos contra estudiantes de ciencias sociales coincidieron con los rastros extraídos del cuerpo de la muchacha, aunque aún no se pudo determinar a quién pertenece.

Esto quiere decir que el implicado estaría aún en libertad y, por consiguiente, el homicidio está todavía lejos de resolverse. La impunidad persiste a pesar del tiempo transcurrido.

Por esta misma razón, para la jornada de hoy se espera una nueva marcha en el edifico anexo de la Facultad, ubicado sobre la calle San Lorenzo casi avenida Mitre.

“Los cómplices y femicidas siguen libres en los pasillos”, reza la convocatoria, en base a la certeza de muchos de que el responsable es alumno en la casa de estudios.

Por otra parte, la abogada de la familia Maidana, Roxana Rivas, dijo que la coincidencia en los cotejos los tomó por sorpresa, agregando también que esa información aún no se le había suministrado.

“El tipo sigue siendo un NN”, insistió al asegurar que el panorama para encontrarlo sigue siendo desalentador y no se modificó en el lustro que trascurrió.

Según se pudo averiguar, el patrón común entre los tres casos era manejado desde hace tiempo por los pesquisas de campo y judiciales, pero se mantenía en extremo hermetismo para preservar la investigación.

“Para no nosotros no fue una noticia, fue una mala noticia, porque ahora el que hizo esto -los delitos- también está sabiendo que lo buscamos”, revelaron.

En líneas generales, el juez que lleva adelante el caso de Lucía Maidana, Marcelo Cardozo, y los titulares de los juzgados de instrucción Dos y Seis, comandado por sus pares César Yaya y Ricardo Balor, respectivamente, ordenaron una serie de medidas conjuntas para tratar de ubicar al dueño de ese ADN. Los tres casos, dos violaciones y un asesinato, son investigados como uno solo.

Lucía Maidana fue hallada sin vida en su departamento del barrio El Palomar, con gran parte del cuerpo quemado, golpeada ferozmente en la cabeza y con presuntos signos de haber sido abusada.

El autor -a esta altura está casi confirmado que actuó solamente una persona-, además de golpearla fuertemente varias veces en la cabeza, incendó la habitación para borrar todo tipo de huellas.

Por el hecho fue detenido Nicolás Sotelo, ex vecino de la víctima, quien fue liberado posteriormente por la falta de pruebas en su contra.

Más allá de eso, el joven sigue ligado al proceso, pero su defensa busca el sobreseimiento definitivo, pedido que fue rechazado en varias oportunidades y que está ahora en manos del Superior Tribunal de Justicia (STJ), según se explicó.

En cuanto a los abusos, el primero ocurrió poco antes del asesinato de la joven de Capioví, también en 2013, en un departamento de Junín y Catamarca. La víctima en este caso fue una joven de 19 años.

El otro fue en 2016, en otro departamento céntrico y también sobre una chica de 19 años del interior de la provincia que estaba estudiando profesorado de Portugués.