Los efectos del estrés que quizá no conozcas

El cuerpo entra en un proceso de alteración cuando aumentan los niveles de ansiedad.

Tu bienestar mental afecta directamente a tu salud en varios aspectos. Sufrir altos niveles de estrés hace que aumenten las ganas de comer, el riesgo de padecer el famoso “dolor de espalda”, la presión arterial, el riesgo cardíaco y el apetito, así como sufrir de insomnio o nerviosismo.

Esas son las manifestaciones del estrés que más se conocen, sin embargo no son las únicas. Estos son otros efectos que puede tener un nivel alto de ansiedad en el organismo, según los expertos.

Caída del pelo o alopecia nerviosa

En épocas de altos niveles de estrés los glóbulos blancos atacan el folículo del pelo, que detiene crecimiento del cabello. En otros casos, puede ser que esos folículos entren en una fase de reposo por lo que la cabellera se cae más tarde cuando uno se peina o se lava la melena.

Puede ser también que la pérdida de pelo sea producida por la “tricotilomanía”, un trastorno del control de los impulsos que lleva a las personas que lo sufren a arrancarse el cabello de forma compulsiva para aliviar la tensión en momentos de nerviosismo o para mejorar la concentración.

Humor negro

Las personas que se encuentran estresadas usan el humor como un mecanismo de autodefensa o una vía de escape a la situación que les genera ansiedad. Por eso, suelen bromear con temas delicados como la muerte o enfermedades graves.

Pesadillas

Si bien está más difundido el hecho de que cuando existe estrés es más difícil conciliar el sueño, también genera pesadillas, según aseguró la American Sleep Association. Entre las más comunes está perder algún transporte, que te roben el auto, perderse o que se prenda fuego la casa. Otra manifestación recurrente es la sensación de caerse al vacío mientras se duerme.

 

Diarrea

Los nervios pueden jugar una mala pasada al sistema digestivo. Por ello, es frecuente que las personas con ansiedad tengan mayor malestar en el estómago y el intestino.

Visión túnel

En un estado marcado de estrés psicofisiológico, se presta atención de forma exclusiva a aquello que se relaciona con la tarea, amenaza o preocupación principal que te ocupa, de ahí que se tenga visión túnel, fenómeno peculiar que afecta a la capacidad para percibir los estímulos del entorno.