Por la igualdad de género, cuatro empleados de Google sugirieron corregir el desequilibrio en el vocabulario emoji y agregaron 13 nuevos “blasones” para “reflejar mejor los papeles fundamentales que ellas desempeñan en el mundo”.
La iniciativa nació a partir del debate que se armó entre periodistas y publicistas que consideraron que el “vocabulario emojis” no era igualitario para los dos géneros e inconscientemente marcaba la diferencia sobre que las mujeres son novias, princesas y bailarinas; y los hombres, son policías, enfermeros, detectives y deportistas. Pero estas profesiones no las concebía como posibles de hacer por una mujer.
“No importa a dónde mires, las mujeres están ganando visibilidad y reconocimiento como nunca antes”, escribieron los empleados de la empresa tecnológica.
“¿No es hora de que los emojis también reflejen su realidad, ya que desempeñan un papel fundamental en todos los ámbitos de la vida y en todas las profesiones?”.
La investigación de P&G descubrió que el 72% de las jóvenes siente que la sociedad les impone una frontera invisible, y varias de las personas participantes de los videos de la campaña admitieron que se autocensuran por las expectativas y las limitaciones del entorno. Estos resultados, sin embargo, reflejan claramente que el problema no es solo de las niñas.
Si bien la cuestión de los emojis parece un problema menor -teniendo en cuenta los enormes conflictos que enfrenta el mundo en materia de desigualdad de género- son una fiel representación de que la sociedad moderna (y tecnológica) todavía encasilla las aspiraciones y expectativas según el género.