Lázaro pidió protección para sus hijos: habrían sido amenazados

El empresario K les dijo a sus allegados que hablen con el Gobierno. Llamadas intimidantes a Luciana, Melina y Martín

La prisión es horrible, pero la presión es tanto o más asfixiante: Lázaro Báez, terminal humana de cientos de millones de pesos de la obra pública durante los tres gobiernos kirchneristas, está literalmente entre la espada y la pared.

La pared, es la de su celda en Ezeiza, entre cuyos ladrillos y rejas rumia sus próximos pasos agobiado por la hipertensión, la diabetes y una ansiedad inaguantable. La espada, el creciente flujo de mensajes intimidantes que caen sobre él y los suyos por parte de sus viejos compañeros. Ayer habrían sido amenazadas sus hijas Luciana y Melina, y también su hijo Martín, otro protagonista del arqueo de dólares y euros filmado en La Rosadita y muy comprometido en el expediente judicial.

Las amenazas –que no fueron desmentidas ni confirmadas por la fuente más cercana de Martín en Buenos Aires– habrían llegado a través de sucesivas llamadas telefónicas, en las que tres de los cuatro hijos de Báez habrían escuchado datos muy finos sobre ellos, su padre y las actividades de todos en Santa Cruz.

Aunque las supuestas intimidaciones intentaron ser mantenidas en reserva, Clarín pudo saber que el propio Lázaro habría aconsejado desde la cárcel que las denunciaran ante la justicia. Eso podría ocurrir entre hoy y el lunes.