La raza elegida por los argentinos: el bulldog francés

Es la especie canina más criada según la Federación Cinológica Argentina. Le siguen el ovejero alemán y el bulldog inglés.

Todos los años se registran en el país unos 70.000 perros de más de 150 especies caninas diferentes, según datos de la Federación Cinológica Argentina (FCA). El bulldog francés lidera el ranking de las razas más criadas. Lo siguen el ovejero alemán y el bulldog inglés.

Según los últimos datos recopilados por la FCA, en 2015 se criaron 11.285 bulldog francés. Bastante detrás quedan el ovejero alemán (8.497 ejemplares criados) y el bulldog inglés (3.515). Los siguen el schnauzer miniatura (2.642), el beagle (2.434), el chihuahua (2.176), el caniche toy (1.979), el dogo argentino (1.932), el golden retriever (1.894), el shar pei (1.854), y el yorkshire terrier (1.621).

El bulldog francés (bouledogue français) está clasificado como un perro de compañía. “Es sociable, alegre, juguetón, deportivo y despierto. Es particularmente afectuoso con su amo y con los niños”, define la FCA. Es el producto de diferentes cruces que hicieron los criadores de París en la década de 1880. Es el típico molosoide de tamaño pequeño: un perro robusto, a pesar de su talla pequeña y de sus proporciones reducidas y regordetas. Su pelo es raso y su cara es corta y chata. Las orejas son rectas y la cola es corta de nacimiento, describen desde la FCA.

El ovejero alemán es de utilidad versátil, de pastoreo, guardia y servicio. Fue desarrollado por cruce con perros pastores de Alemania del Sur y Central, con el fin de crear un animal apropiado para trabajos muy exigentes. Tiene tamaño mediano y el cuerpo levemente estirado. Es fuerte, de buena musculatura, con huesos secos y de estructura general firme. Respecto al temperamento, “es equilibrado, con nervios firmes, seguro de sí mismo, totalmente desenvuelto y (excepto cuando es provocado) totalmente benigno”, define el Club Argentino de Criadores de esta raza.

El bulldog inglés es un perro de compañía y de disuasión, lo que lo convierte en un buen guardián. Fue utilizado originalmente para la pelea con toros y es una de las razas autóctonas más antiguas, conocida como el Perro Nacional de Gran Bretaña. “Debe dar la impresión de determinación, fuerza y actividad. Alerta, valiente, leal, dependiente, valeroso, feroz en apariencia, pero poseedor de una naturaleza afectiva”, señala la FCA. Tiene el pelo corto, es algo pesado, más bien bajo en estatura, ancho, poderoso y compacto. Su cabeza es grande en proporción a su tamaño.

Comparado con lo ocurrido diez años atrás, se observa que durante 2016 bajaron en la Argentina las crianzas de algunas razas, como el labrador retriever y el golden retriever. También del rottweiler, que estuvo asociado a varios casos de violencia. En cambio subieron de forma exponencial los bulldog francés, los bulldog inglés, los chihuahua y los shar pei. Mientras que el ovejero alemán mantiene su nivel de cantidad de cachorros registrados.

“Las preferencias del público van cambiando. Hace años eran otras las razas más buscadas. Aunque últimamente se observa una tendencia a tener razas más chicas de tamaño, tal vez porque mucha gente no tiene lugar, pero igual quiere tener un perro que lo acompañe. No olvidemos que los argentinos somos una sociedad que ama los perros”, concluye Néstor Frascino, presidente de la FCA.