La madre que escapó del maltrato de su esposo gracias a su ingenio

No podía salir a la calle sola, utilizar su celular o entrar en las redes sociales sin permiso de su marido.

La mujer que estaba siendo maltratada en Benalmádena (provincia de Málaga, España) encontró una forma ingeniosa de comunicar su situación a la policía.

La víctima escondió una nota de auxilio entre las tareas escolares de su hijo de 8 años.
En ella, explicaba su situación y daba sus datos personales y los de su pareja, así como la dirección de la casa donde vivían, le dijo a BBC Mundo una portavoz de la delegación del gobierno español en Málaga.

La mujer era sometida a una vigilancia constante y su marido, de 52 años y uruguayo, le revisaba el teléfono y “filtraba” cualquier contacto de ella con el mundo exterior, según su relato a la policía publicado por el diario ABC, que destapó el caso.

La maestra de su hijo encontró la nota dentro del libro y alertó a la dirección de la escuela, que se puso en contacto con la policía y con el Centro Municipal de la Mujer de Benalmádena.

Sin sospechas
Entonces diseñaron un plan para investigar de forma encubierta la denuncia sin levantar sospechas ni poner en peligro a la mujer: convocar a la pareja a una supuesta sesión de tutoría del niño en la escuela.

“Cuando llegaron a la escuela, él esperó fuera y fue ella la que entró”, le explicó la portavoz a BBC Mundo.

Esto sucedió el pasado 18 de abril.

La mujer relató entonces a los policías de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) el maltrato que estaba sufriendo, explicó las supuestas agresiones, los golpes e incluso que el marido prendió una vez fuego a la cama para intimidarla.
Según ABC, ambos se habían mudado a vivir a España desde Uruguay (BBC Mundo intentó confirmarlo con la delegación del gobierno español en Málaga, pero en casos como este esos detalles no son revelados).

La mujer presentaba varios hematomas en todo el cuerpo.

La policía detuvo al marido allí mismo, acusado de presuntos malos tratos.
Luego fue puesto a disposición judicial y quedó en libertad con una orden de alejamiento de la víctima y una pulsera electrónica que alerta a la policía en caso de incumplimiento.
La mujer y el niño han recibido asistencias del Instituto Andaluz de la Mujer.