Hombres y mujeres: cuánto gana cada uno por el mismo cargo en la misma empresa

En el ámbito laboral aún persisten desigualdades entre ambos géneros; cómo están distribuidos los cargos jerárquicos

Las dificultades que tienen las mujeres para acceder a las mismas oportunidades laborales que los hombres son un tema que está en la agenda del Gobierno y de las empresas. Sin embargo, queda mucho por hacer. Los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec revelaron que sólo el 42,2 por ciento de las mujeres tiene una ocupación -en los hombres fue del 63,7 por ciento- y un mayor desempleo para ellas: el 10,5 por ciento declaró no tener trabajo.

A esas cifras se le suman además las diferencias salariales. En la Argentina, los hombres cobran hasta un 33 por ciento más que una mujer que ocupa un mismo puesto, según un relevamiento realizado por la consultora de Recursos Humanos Mercer. Para realizarlo, la consultora encuestó a 3,2 millones de empleados, 1,3 millones de ellos, mujeres.

En cargos gerenciales que reportan directo al CEO los bancos, los laboratorios y las empresas del sector energético le pagan un 33%, 12% y un 11% respectivamente más a los hombres que a las mujeres en el mismo puesto. En el nivel de gerentes medios la brecha salarial se achica a entre 4 y 10 por ciento, mientras que en el plantel de analistas la diferencia a favor de ellos varía entre el 4 y el 17 por ciento.

Más allá del recibo de sueldo, la asimetría también se refleja en las posiciones que se ocupan. En el país la participación de las mujeres en cargos de alta dirección no supera el 30 por ciento, mientras que en las gerencias medias ese porcentaje es mayor, aunque en ninguna industria alcanza la participación del 50%

Diferencia de sueldos entre hombres y mujeres
Diferencia de sueldos entre hombres y mujeres. Foto: Mercer

“El mercado toma mujeres y las promociona pero en un nivel son ellas mismas las que se autoexcluyen por razones de incompatibilidad de roles. La clave pasa por cambiar los ambientes para aprovechar características propias de la mujer como la empatía, la capacidad de generar redes y equipos de trabajo. No se trata de lograr igualdad sino equidad para articular las fortalezas tanto de los hombres como de las mujeres”, analiza Valeria Bohórquez, Directora del negocio de Talento de Mercer para Argentina, Uruguay y Paraguay.

 

El estudio, presentado la semana pasada en el Coloquio de Idea, destacó sin embargo que ocho de cada diez empresarios considera que las mujeres aumentarán su participación en el mercado de trabajo de la Argentina. Y sorprendió el mea culpa: 7 de cada 10 opinó que, en las condiciones actuales, para avanzar en la carrera profesional, las mujeres deben sacrificar en parte su vida familiar.

“Si bien tuvimos en los últimos años algunos avances en materia de políticas de conciliación de vida laboral y familiar – especialmente en materia de flexibilidad – aún se restringen en forma integral a un escenario de pocas empresas en la Argentina. Superar lo establecido por ley, es el punto de partida para construir organizaciones responsables”, comentó María Amelia Videla, Directora de Sustentabilidad y Asuntos Públicos de ManpowerGroup Argentina.

Quienes están un paso adelante aseguran que no alcanza con instalar el lactario en la empresa, el regreso transitorio post parto, el horario flexible o la posibilidad de trabajar desde el hogar. En el mundo ya se trabaja con iniciativas de diversidad e inclusión más enfocadas: desde calificaciones de desempeño por género y capacitación para apoyar a los empleados durante la licencia por maternidad hasta programas de jubilación, ahorro personalizados por género y procesos formales por los cuales se asegure la igualdad salarial.

“El talento es progresivamente cada vez más escaso. Hay 200 millones de desempleados en el mundo. En este contexto, la mujer se va de una compañía 1,3 veces más de lo que se va un hombre, y muchas veces no es porque le paguen poco. Por estas razones, las acciones para alcanzar una verdadera diversidad en las corporaciones son necesarias no por una cuestión de justicia, sino de conveniencia de resultados”, agrega Bohórquez

La igualdad de oportunidades ya no es opción en un mundo en el que la innovación toma fuerza.