Grassi a juicio oral por el desvío de alimentos a la cárcel

Es por el desvío de alimentos que denunció Periodismo Para Todos en 2014. Las donaciones a la fundación eran utilizadas por el cura en la cárcel.

La justicia de Morón elevó hoy a juicio oral la causa por la que se investiga el desvío de fondos y alimentos originariamente destinados a la fundación “Felices los Niños” que fueron ilegalmente derivados a la unidad penitenciaria 41 de la localidad bonaerense de Campana cuando allí se encontraba detenido el presidente de la ONG, el cura Julio César Grassi, según informaron fuentes de la causa.

La jueza Lucía Casabayó sostuvo que existen “indicios vehementes y elementos de convicción suficientes para suponerlos ‘prima facie’ coautores penalmente responsables del delito de peculado reiterado (en dos hechos)” a Grassi y a otras diez personas, según indica la resolución que difundió Télam.

 

De esta forma el cura quedó al borde de su tercera condena ya que sobre el sacerdote pesan los 15 años de prisión por abuso contra un menor que se alojaba en la Fundación, y la condena del 16 de noviembre pasado a dos años de prisión en suspenso por desviar fondos de esa ONG para el pago del alquiler de una casa quinta en la que vivía en el partido bonaerense de Hurlingham.

Además de Grassi, la jueza Casabayó imputó del mismo delito a Iván Estebán Guex y Mario Fabián Amarilla, Carlos Rodolfo Martínez, Alejandro Pablo Lome,Delicia Díaz, María Luz Sánchez, Olivía Jiménez, Pascual Cirigliano, María Garoni y Julián Ponce.

Los dos pirmeros imputados eran estrechos colaboradores del cura. Amarilla es conocido de Grassi desde que inició el seminario en Don Bosco.

“Esta escoria de la sociedad debe ser expulsada de la Iglesia inmediatamente”, dijo el abogado querellante, Juan Pablo Gallego, tras conocerse la elevación de la causa a juicio oral.

La causa se dio a conocer tras una denuncia del director de la Fundación Felices los Niños en el año 2014 ante el faltante de donaciones. Luego, a través del programa PPT de Jorge Lanata se filmó el ingreso de camiones con donaciones que recibía esa ONG y como entraban al penal de Campana, donde en ese momento el cura cumplía prisión preventiva por la causa de abuso.

El entonces director de la Fundación Felices los Nisños, Juan Manuel Casolati, detectó los faltantes y realizó la denuncia en la Fiscalía número 8 de Morón

Luego, el informe periodístico destacó las comodidades a las que accede Grassi en el penal: una oficina con baño propio, tres celulares y un televisor LCD, entre otras. Y mostró los registros en video de las rutas y el ingreso de los alimentos al servicio penitenciario de Campana, dirigido por el prefecto mayor Raúl Garnica.

La provincia de Buenos Aires volvió a dirigir el predio de la Fundación , destinado a alojar a chicos sin familiares y en conflicto judicial, tras el proceso judicial contra el cura y puso a Casolati al frente.

La investigación demostró que al predio de 65 hectáreas que ocupa la fundación las donaciones podían llegar en mal estado, o directamente no llegar. “La carne viene en una camioneta común, y muchas veces desaparecen los alimentos que llegan a la fundación”, había declarado Roxana Ávila, a cargo de la despensa.

“Muchas de las donaciones llegan directamente a La Blanquita, la quinta en la que vivía Grassi . Desde allí, que era su centro de operaciones, se desvían las donaciones a la cárcel de Campana”, aseguraba Casolati.