La previa de la sentencia del juicio a Milagro Sala por el escrache al gobernador Gerardo Morales en 2009 se tiñó de violencia cuando militantes kirchneristas que querían presenciar el veredicto chocaron con la policía provincial que lo impedía detrás de un vallado.
Volaron trompadas, empujones, insultos y acusaciones cruzadas, lo que dejó un saldo provisorio de al menos nueve manifestantes y tres policías heridos.
También hubo varios detenidos y la diputada de La Cámpora, Mayra Mendoza, fue golpeada y cayó al piso en medio de la tensión. También fue aprehendido el presidente del Concejo Deliberante de Hurlingham, Martín Rodríguez.
“Estamos intentando ingresar a la audiencia que es pública, pero en la Jujuy de Morales no hay Estado de derecho. #LiberenAMilagro”, había escrito la diputada en la previa.
“Fue una actitud absurda e ilegal”, afirmó el ex ministro de Trabajo y actual legislador porteño, Carlos Tomada, que cuestionó que hubiera tan poco lugar en el tribunal para los dirigentes que fueron a apoyar a Sala.
También dijeron presente en Jujuy un grupo de Metrodelegados, de la mano de Néstor Segovia, “Acá no hay dirigentes de primera y segunda”, cuestionó.
La sala tiene capacidad para 63 personas, y todos los días del juicio se registraron inconvenientes en el ingreso, aunque nunca de la magnitud de los de hoy.
