Finalmente se sabe la causa del cambio de color del agua de la piscina de saltos en Río

El problema fue un cambio en el equilibrio químico del agua por el uso intensivo de las piscinas

Algunos – como la clavadista mexicana Paola Espinosa- especularon con que fuera una “decoración para hacerlo bonito”. Otros hablaban de algas a causa del sol y el calor. Sin embargo, el misterio en torno a la imagen que impactó a los que estaban viendo las final femenina de clavados en la plataforma de 10 metros parece haberse dilucidado. La causa del impactante cambio fue que los tanques del sistema de filtración de agua se quedaron sin ciertos químicos, lo que provocó un cambio en el equilibrio químico del agua, a lo que se le sumó el uso intensivo de las piletas.

“Como resultado el nivel pH (acidez) del agua estuvo fuera de los parámetros habituales”, señaló la Federación Internacional de Natación (FINA) en un comunicado. Asimismo, aclaró que el comité de medicina deportiva de la federación analizó el agua y concluyó que no existía riesgo para la salud de los deportistas.

Según el portavoz del comité organizador de Río 2016, Mario Andrada, al fallo se sumó a que hubo demasiados clavadistas al mismo tiempo en la piscina. Según afirmó, hubo un “descenso en la alcalinidad del agua”, pero “todos los parámetros se mantuvieron dentro de estándares aceptables”.

“El aumento del uso de la piscina en las últimas semanas es la causa del cambio de color”, se precisó en un comunicado recogido por France Presse. “Esperamos que el color vuelva a ser azul pronto. Entendemos que un conjunto de factores ha afectado el color y la alcalinidad del agua”, concluyó Andrada.

Esto ayuda a explicar porqué el miércoles la piscina de salto seguía con el tono verde que mostró desde el martes, y la de al lado, que se usa para waterpolo y natación sincronizada, empezó a perder también su color azul claro, aunque con menor intensidad que la otra.

“Es como saltar en el mar, pero las condiciones de visibilidad estuvieron bien para nosotros”, dijo a la agencia dpa el entrenador jefe del equipo alemán, Lutz Buschkow. “Verde o azul, sigue siendo agua”.

Pese a la curiosidad, los atletas no se quejaron de las condiciones del agua en el estadio acuático Maria Lenk y aseguraron que, aunque curioso, el color del agua no influyó en la competencia. No olía mal, no irritó sus ojos ni tampoco afectó su desempeño. “No nos afectó de ninguna manera”, dijo la la china Chen Ruolin, campeona junto a la debutante Liu Huxia.

Lo cierto es que ese color no pasó desapercibido y contrastó con el del agua en la fosa un día antes y también con el azul claro que la segunda piscina mostró para un duelo de waterpolo el martes. Al respecto, el clavadista británico Tom Daley, que el lunes se colgó el bronce en clavados sincronizados desde la plataforma, tuiteó una fotografía en que aparecen las dos piscinas una junto a la otra y comentó: “Ermmm…¿qué sucedió?”.