Estudiantes posadeños beben alcohol cerca del colegio

Ante la reiterada queja de vecinos de la zona del Cerro Pelón, autoridades de la escuela posadeña alegaron que “la institución no se puede hacer cargo una vez que los chicos salen”.

En los últimos días, varios vecinos que viven en las cuadras aledañas a la Escuela Normal Estados Unidos del Brasil de Posadas expresaron su indignación porque, según comentaron, los alumnos del instituto se juntan a tomar bebidas alcohólicas en la vía pública después de clase. “Los chicos se pasan los días tomando cualquier cantidad de alcohol y vino en cajas que les proveen los mismos kioscos cercanos”, expresó Karla, una de las denunciantes, quien precisó que los lugares favoritos de los jóvenes son principalmente “el Cerro Pelón y cerca de la plaza El Mensú”.

“No es algo nuevo para nosotros, pero no podemos hacer nada al respecto una vez que los alumnos están fuera de la escuela”, expresó Rosalía Neris, vicedirectora de la institución educativa, quien admitió que, si bien tuvieron algunos pocos casos de chicos que llegaron alcoholizados a clase, en esas situaciones “se notifica a su tutor, como ya se ha hecho”.

Neris explicó que la problemática es más compleja de lo que plantean los vecinos, debido a que “muchos de los alumnos ya son mayores de edad, así que con sólo sacarse el uniforme y mostrar el documento ya están en todo su derecho de comprar alcohol. Otros, incluso, les piden a sus amigos que vayan a comprar por ellos”. Además, agregó: “No descartamos que los mismos kiosqueros de la zona sean los que les venden las bebidas. ¿Pero cómo podemos controlar eso? Las leyes están, sólo se tienen que cumplir. Nosotros no podemos ir de comercio y comercio pidiéndoles que no les vendan alcohol a nuestros alumnos. En todo caso la municipalidad debería reforzar los controles”.

Por otro lado, el accidentado comienzo del año escolar sumó otra problemática: “Fue un inicio de clases irregular. Muchos de nuestros docentes adhieren a los paros y no podemos hacer nada, están en su derecho, pero debido a eso algunos cursos quedan liberados y terminan saliendo antes de hora”.

Para finalizar, Neris agregó: “Dentro de la escuela hacemos todo lo posible por controlar a los chicos, pero afuera ya no podemos saber a dónde van y qué hacen. Necesitamos ayuda de toda la sociedad para educarlos, empezando por las familias”.