Errores al comer que nos cuestan calorías

Sorprendentes hacks o tips que nos evitarán algunas calorías innecesarias.

El comer, uno de los máximos placeres de la humanidad, pueden ayudarnos a llevar una excelente calidad de vida si lo hacemos de manera correcta. Tal vez la pregunta sea: ¿Acaso se necesita una manual para almorzar o cenar? Naturalmente, no. No es preciso molestar al espíritu de Cortázar para que desarrolle un relato del tipo “Instrucciones para…”. Sin embargo, hay una serie de tips o hacks que podemos aplicar para no aumentar de peso y aprovechar al máximo esos gratos momentos del día.

1) Comer directo del recipiente de plástico (fiambrera, lonchera, etc): sí, el famoso contenedor usado para llevar las viandas al trabajo es un arma de doble filo. En ocasiones sus formas rectangulares o del tipo bol son engañosas a la hora de guardar en ellas la cantidad de comida que realmente deseamos trasladar. Lo ideal es, de ser posible, colocar el contenido en un plato y así poder dimensionar de manera certera la porción.

2) Mirar Facebook, Instagram o tele mientras se come: distraerse y perderse las señales de satisfacción del cuerpo puede provocar que se coma en exceso.

3) Abusar de los productos light. Lo que engorda es comer en exceso, no un alimento en particular. Si se consume demasiados alimentos reducidos en calorías también se subirá de peso.

4) Tomar demasiado alcohol: un vaso de vino en la cena puede tener múltiples beneficios, pero otros tipos de bebidas alcohólicas nos adiciona varias decenas de calorías fácilmente evitables. Un vaso de vino cuenta con 90 calorías, lo que representa un buen parámetro a la hora de elegir una opción de este tipo.

5) Comer fuerte y pesado durante la cena. “La noche se hizo para dormir”, suelen decir algunas madres preocupadas por las actividades nocturnas de sus hijos adolescentes. Y el cuerpo humano sabe esto muy bien. Digerir cenas “pesadas” durante la noche puede ser un trabajo arduo para nuestro sistema digestivo. Y una correcta digestión ayuda a bajar de peso.

6) Evitar las grasas “saludables”: es conocida la alta cantidad de calorías que posee una palta o aguacate, pero puede llegar a ser muy saludable si se consume con moderación. La palta ayuda a una mejora en la ingesta de los nutrientes y además reduce el riesgo del síndrome metabólico (enfermedad cardíaca y diabetes tipo 2). Del mismo modo, los aderezos para ensaladas a base de aceites (como una cucharada de aceite de oliva o una cucharada de aceto balsámico) no deben ser evitados, dado que son fuente de “grasas saludables”.

7) Confundir hambre con sed. Suena raro, pero en ocasiones el cuerpo está necesitado de hidratación y hay quienes buscan saciarse con sólidos. Para superar esto, es recomendable tomar un vaso con agua unos 15 minutos antes de comer y de esta manera evitaremos comer en exceso. Un estudio publicado en junio pasado por el científico francés Simon Thornton de la Universidad de Lorraine, Francia, describió que la hidratación puede estar asociada a la pérdida de peso.

Y una cosa más: comer rápido, por ejemplo en menos de 15 minutos, podría generar el riesgo de volver a sentir muy rápido. La duración de una correcta comida no debería ser menos de 20 minutos, disfrutando de cada bocado y de una buena conversación familiar.