El Papa prometió visitar la zona devastada por el terremoto en Italia que ocurrió en la madrugada del miércoles.
Lo anunció tras rezar el Ángelus desde la ventana del Vaticano: “Queridos hermanos y hermanas, apenas sea posible yo también espero ir a encontrarme con ustedes, para llevarles en persona el consuelo de la fe y el sostén de la esperanza cristiana”.
“Deseo renovar mi cercanía espiritual a los habitantes del Lacio, Las Marcas y Umbria, golpeados duramente por el terremoto de estos días”, afirmó Jorge Mario Bergoglio frente a los fieles reunidos en Plaza San Pedro.
Por otro lado, Francisco recordó que el ayer, en Santiago del Estero, “fue proclamada beata la monja María Antonia de San José”, conocida también como ‘Mama Antula’.”Que su ejemplar testimonio cristiano, especialmente su apostolado en la promoción de los ejercicios espirituales puedan suscitar el deseo de adherir siempre más a Cristo y al Evangelio”, cerró.
LA BEATIFICACIÓN A MAMA ANTULA
La venerable María Antonia de Paz y Figueroa nació en 1730 en Santiago del Estero, descendiente de una ilustre familia de conquistadores y gobernantes. Desde muy joven y por 20 años colaboró con los jesuitas en lo que se convertiría en su gran apostolado: la promoción y organización de los célebres ejercicios espirituales del fundador de esa orden religiosa, San Ignacio de Loyola.
El 2 de julio de 2010, el Papa Benedicto XVI la había proclamado venerable, al autorizar a la Congregación para las Causas de los Santos a promulgar el decreto por el que se reconoce que practicó las virtudes cristianas en grado heroico.
Mama Antula se convirtió en la novena beata argentina, junto al Cura Brochero, las monjas Crescencia Pérez, Nazaria Ignacia March Mesa, María del Tránsito de Jesús Sacramentado (Madre Cabanillas) y María Ludovica De Angelis, el salesiano Artémides Zatti, la laica Laura Vicuña y el indio mapuche Ceferino Namuncurá.
