La tasa de inflación volvió a desacelerarse en cualquiera de las mediciones posibles, esto es considerando el resultado general que fue del 0,2%, como excluyendo un fenómeno atípico como fue el efecto del fallo de la Corte Suprema de Justicia que exigió al Indec que volviera a considerar el cuadro tarifario del gas domiciliario que rigió hasta abril, antes del fallido aumento del 400% base, pero que en algunos casos llegó a 20 veces, en ese caso fue de 1,7 por ciento. Esas variaciones que midió el Indec estuvieron alineadas con las expectativas de los economistas que se sintetizaron en la denominada Inflación Congreso, como en el resultado que obtuvo la Dirección de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires.
En el primer caso se trató de la menor variación en casi 12 años, mientras que en el segundo fue la suba más atenuada desde junio de 2015.
De los 35 grandes rubros que releva el Indec, en agosto 5 acusaron una disminución del nivel de precios:
15,6% “servicios básicos y combustibles para la vivienda”, principalmente por la reducción del 35,6% de las tarifas del gas domiciliario en 14 días del mes;
11,5% “verduras”, influenciada por el abaratamiento del 22,5% del tomate redondo; 9,7% la lechuga y 2% la papa
7,6% “turismo”, tras la suba previa en julio por las vacaciones escolares
2,5%; “reparaciones y gastos comunes de la vivienda”
0,8% “equipos y conexiones de servicios de audio, televisión y computación”
El Indec anticipó que en septiembre se repetirá la deflación de las tarifas del gas en 1os primeros 17 días del mes en 48,5% en comparación con el mes previo, que restará al índice general 0,6 por ciento.
MUY CERCA DE LA PAUTA PARA 2017
Cabe destacar que la denominada inflación núcleo o subyacente, que es la que definen los economistas sin considerar los efectos de las variaciones de precios discrecionales de la canasta de bienes y servicios regulados por el Gobierno, como los influenciados por fenómenos estacionales, como el caso de los alimentos frescos, la indumentaria y el turismo, se redujo en agosto a un nivel que proyectado a un año implica una tasa de 22,4 por ciento.
Ese rango es aún elevado frente a la meta de 17% que se fijó el Banco Central para el año próximo y que el ministro Alfonso Prat-Gay habría incluido en la pauta del Presupuesto de Gastos y Recursos para 2017. Pero aparece alineado a las previsiones del consenso de los economistas que releva la autoridad monetaria en sus relevamiento de expectativas de mercado (REM), y significa una desaceleración de más de 20 puntos porcentuales respecto de la variación del promedio de precios al consumidor en los últimos doce meses.
De ahí que el presidente Mauricio Macri destacara en la inauguración del Foro de Inversiones que tiene lugar en el Centro Cultural Kirchner que “La deflación es una circunstancia porque, todos sabemos, la tarifa cayó pero va a volver a aumentar. La inflación va a oscilar en torno al 1 y medio hasta llegar en un par de años a un dígito anual”.
Por Daniel Sticco
