El truco comenzó con algo que es casi imposible para cualquier persona normal: apilar 17 vasos e ingeniárselas para servir una medida del famoso licor alemán Jägermeister. Pero eso fue sólo el principio de la demostración de talento que hizo este barman en Düsseldorf.
La siguiente proeza fue verter al mismo tiempo su contenido en 17 shots. Estos estaban apoyados sobre el borde de otros 17 vasos que contenían una bebida energizante. La combinación de ambas forma el Jägerbomb.
El paso final fue empujar con un dedo uno de los shots y crear un efecto dominó que depositó a cada uno en su respectivo vaso. Los tragos estaban completos.
El propio Philip Traber había establecido el récord anterior a comienzos de año, al hacer lo mismo con 14 shots. Será muy difícil superarlo.