Educación: Sólo el 19% de los jóvenes argentinos de hasta 34 años tiene un título

Según un informe publicado ayer por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el 19% de los argentinos de entre 25 y 34 años tiene un título universitario. De América Latina, sólo Brasil tiene menos recibidos (17%).

 
Consultados al respecto, desde la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación reconocen que la situación es compleja y aseguran que están trabajando para revertir esta realidad aunque advierten que no es algo que pueda modificarse en el corto plazo.
 
México (21%), Colombia (27 %), Costa Rica (28 %) y Chile (30%) tienen un porcentaje mayor de graduados en la franja que va de los 25 a los 34 años.
 
Según indica el diario Clarín, la situación se modifica si se mide la finalización de los estudios universitarios hasta los 64 años.
 
En ese caso, la Argentina cuenta con el 21% de su población con título universitario y el panorama se da vuelta: el país queda por encima de Chile (13%), México y Costa Rica (ambos con 15%).
 
Para Guillermina Tiramonti, investigadora de Flacso, la situación en el nivel secundario influye en lo que está ocurriendo en la universidad.
 
“El 50% de los alumnos termina la escuela secundaria en el tiempo estipulado y otro 10% lo hace de más grande. Es decir que hay muchos que directamente no tienen la oportunidad de acceder a una carrera. Además, hay un porcentaje alto de personas que termina el secundario sin alcanzar buenos niveles de aprendizaje. Esto hace que no lleguen preparados a la universidad y, en muchos casos, abandonen”, señala Tiramonti.
 
Según Danya Tavela, secretaria de Políticas Universitarias, el problema no está en el acceso a la universidad sino en la permanencia.
 
“Si bien son muchos los que ingresan, hay una deserción alta en los primeros dos años de la carrera”, explica Tavela y asegura que, contra esto, están implementando un programa para “fortalecer los saberes de los graduados del secundario”.
 
Otro punto a tratar, según Tavela, tiene que ver con “el tiempo que demanda la carrera, la estructura curricular y cierta rigidez en relación a la cursada”.
 
En este sentido, están encarando “mesas de negociación para agilizar la trayectoria universitaria aunque sin descuidar los estándares de calidad”.
 
En esta línea, buscan que se permita homologar materias o contenidos entre diferentes carreras y que se contemple el camino seguido en la educación superior técnica.
 
“Queremos que, por ejemplo, a un maestro mayor de obras se le reconozcan determinados aprendizajes si va a seguir la carrera de Arquitectura”, precisa Tavela.