Dos enemigos del perro: El Frío y el sedentarismo

Con el frío se hacen más evidentes los síntomas que nos ayudarán a identificar una posible dolencia de articulaciones de nuestro perro.

El invierno es la época del año en la que los perros con artrosis sufren más. Se trata de una enfermedad degenerativa, que provoca una disminución de su rango de movimiento e inflamación en las articulaciones.

Señales de alerta

Cambios de comportamiento, movimientos inusuales, dificultad para levantarse, para subir una escalera, al sofá o al coche, apatía para jugar y salir a pasear… todos estos signos, relacionados con el sedentarismo, son indicadores que pueden facilitar el diagnóstico.

Achacar estos síntomas a la edad es un error habitual que cometen algunos propietarios.

Lo más adecuado es visitar a un veterinario para empezar cuanto antes con un tratamiento que mejore la salud del perro y complementarlo con una alimentación basada en ingredientes funcionales que ayuden a reducir el dolor articular e incrementen la movilidad.

De hecho, los expertos recomiendan que los perros no pierdan su actividad habitual para no debilitar su masa muscular y crear una atrofia que empeoraría la situación. Además, una mala alimentación también puede agravar la salud del perro, que debe mantener su peso ideal para no sobrecargar en exceso a las articulaciones.