Se trata de José Gustavo Suárez de 41 años quien el 14 de agosto mató en un ataque de furia a dos compañeros de trabajo. Se trata de Ramón Rojas de 55 años y su hijo Damián de 30.
Un tercer compañero resultó herido, Hugo Herrera, pero logró sobrevivir y aún se recupera del ataque aunque quedó con secuelas ya que está hemipléjico y en delicado estado de salud.
El autor de la mayor masacre del 2017 fue declarado inimputable por lo que resta una prueba para evaluar su posible sobreseimiento.
Por ello, el fiscal Alfredo Villegas ordenó el traslado desde el penal de Bouwer al neuropsiquiátrico del Hospital Aurelio Crespo de Cruz del Eje.
Antes de cometer el hecho, Suárez había escrito en cuaderno una carta que fue encontrada sobre la mesa de su casa durante un allanamiento, en el barrio de San Fernando.
En el escrito, el trabajador relataba que, dentro de 20 años (cuando saliera de la cárcel) intentará recuperar sus pertenencias y luego comprará su propiedad.