Cristina usó la cuenta de Skype de un exaspirante a espía K para defender a Milagro Sala

Involuntariamente, la expresidenta mostró que se hizo la videollamada asesorada por un militante camporista que intentó formar parte del cuerpo de agentes de la AFI. Quién es.

La obsesión del kirchnerismo por controlar los servicios de inteligencia volvió a quedar de manifiesto, incluso, a siete meses de entregar las llaves de la Casa Rosada. Involuntariamente, la expresidenta Cristina Kirchner mostró este jueves la cercanía que tiene con una de las personas que figuraba en la nómina de aspirantes a espías de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) cuando apareció vía videollamada para pedir por la liberación de Milagro Sala en el Instituto Patria.

Cristina habló durante 15 minutos en el evento titulado “El delito de pertenecer: el caso Milagro Sala”. Desde Río Gallegos, utilizó el servicio de videollamadas Skype para lanzar duras críticas al gobierno de Mauricio Macri al que le adjudicó perjudicar “gravemente el Estado de derecho en Argentina”. Nunca se dio cuenta que a la hora de finalizar la comunicación, al minimizar la pantalla, se vieron claramente los nombres de las cuentas de Skype que utilizaron para hacer la emisión.

La cuenta que usó el Instituto Patria para llamar a Cristina fue la del extitular de la TV Pública Tristán Bauer (TBauer). Cristina aceptó el llamado con el nombre de usuario de Bruno Leandro Kruger. Fue sólo un instante donde se vieron ambos nombres, mientras los periodistas Horacio Verbitsky, Sandra Russo y la dirigente Juliana Marino aplaudían desde el auditorio las palabras de la exjefa de Estado, que recién terminaba su discurso.

ESPÍA MILITANTE

Kruger, que hoy ofició de asesor de comunicación de Cristina Kirchner, no es un asistente cualquiera. Es un militante camporista de 30 años, oriundo de Chubut, que integró la nómina de aspirantes a agentes de inteligencia que promovió Oscar Parrilli cuando fue designado en la AFI, tras la revuelta de espías que se generó por la muerte del fiscal Alberto Nisman y la ruptura con el exjefe de Operaciones de la SIDE Antonio Jaime Stiuso.

Parrilli lo conocía bien: en 2014, Bruno Kruger trabajaba para él en la Secretaría General de Presidencia. Ahora el “amo de llaves” de la Casa Rosada necesitaba poner espías que le sean leales más allá de su capacidad como agentes de seguridad especial. El listado de “espías militantes”, en el que figura Kruger, fue difundido en marzo pasado por la Revista Noticias.

TN.com.ar confirmó que Kruger finalmente no logró ingresar al cuerpo de espías de la AFI. Sin embargo, a juzgar por la aparición de su nombre en la reaparición de la expresidenta, le sigue siendo leal a Cristina.