Cristina salió a defender a Boudou y a Gils Carbó, pero evitó a De Vido

La expresidenta Cristina Kirchner defendió hoy, con nombre y apellido, a su ex vicepresidente Amado Boudou, a la renunciante procuradora Alejandra Gils Carbó y al juez Luis Arias, juez platense que fue suspendido ayer. Estas tres menciones explícitas, en una carta que publicó en Facebook, dejaron en evidencia su alejamiento con Julio De Vido, a quien no nombró.

“Está en riesgo la democracia argentina”, consideró Cristina. “El gobierno del Presidente Macri está utilizando el Poder Judicial para perseguir a los dirigentes opositores”, escribió, con la intención de “atemorizar a los dirigentes para que sean sumisos ante la segunda fase del ajuste que se busca implementar”.

Según argumentó la senadora electa por Unidad Ciudadana, existe una “maniobra de disciplinamiento”. Y agregó: “Tan solo en la última semana en Argentina, el Poder Ejecutivo Nacional ha logrado correr de su cargo a la Procuradora General de la Nación, Dra. Alejandra Gils Carbó, y suspendido a uno de los únicos jueces que se atrevió a fallar contra el brutal tarifazo en servicios implementado desde el año pasado, el Dr. Luis Arias Juez en lo contencioso de La Plata”.

Arias fue el juez que, además de fallar en contra de los tarifazos, investigó las muertes ocurridas durante la inundación de La Plata, en 2012, bajo la presunción de que el gobierno de Daniel Scioli ocultaba víctimas fatales. Un Jury de Enjuiciamiento bonaerense dispuso suspenderlo por unanimidad, a pedido de la exprocuradora bonaerense María del Carmen Falbo y de su sucesor, Julio Conte Grand.

“En el día de hoy el juez federal Ariel Lijo ha ordenado la detención del ex Vicepresidente, Amado Boudou, por un posible “entorpecimiento” a la Justicia”, prosiguió Cristina. “Dicho juez es el mismo juez que está investigando la causa del Correo Argentino, en la cual está imputado el actual Presidente de la República, Mauricio Macri, y su familia, como dueños de la empresa SOCMA, que tiene una deuda de 70.000 millones de pesos con el Correo Argentino que el propio jefe de Estado intentó auto perdonarse”, contrastó.

“Esta más que claro que la privación de la libertad del ex vicepresidente no tiene nada que ver con la causa por la que se lo investiga. Es una clara maniobra intimidatoria y extorsiva que tiene por objetivo disciplinar a los dirigentes sindicales y de la oposición política, especialmente a los legisladores, para que voten precarización laboral e impuestazo, que arruina economías regionales y encarece consumos populares”, acusó la expresidenta.

Y concluyó: “Hoy Argentina asiste a un gran show político, mediático y judicial digitado desde el Gobierno”, para “atemorizar a cualquier dirigente opositor” y “distraer a la ciudadanía argentina imponiendo una agenda judicial”.

La carta de Cristina, que también afronta varias causas ante la Justicia, evitó cualquier mención a Julio De Vido, detenido la semana pasada por dos causas: una que investiga irregularidades en Yacimientos Carboníferos Río Turbio y otra que indaga posibles sobreprecios de hasta 50 por ciento en la importación de Gas Natural Licuado. Esta última causa está en poder de Claudio Bonadio.

El martes, De Vido envió una carta desde el penal de Ezeiza, en donde está detenido, titulada “La mano en el fuego”. En su misiva habló de “desilusión” y se puso “donde estuve siempre, al lado de Néstor Carlos Kircher, quien continuó y profundizó la obra de Juan Perón”. Él tampoco mencionó a Cristina, que no quiso poner las manos en el fuego por su exministro.