Cómo volver a hacer deporte después de un embarazo

¿Qué se puede hacer y qué no? Los entrenamientos pueden dar resultados, pero no hay que ser impaciente.

Después de un embarazo la mayoría de las mujeres notan que sus cuerpos están distintos. Les duele la espalda de tanto cargar al bebé y algunas zonas musculares están más blandas. En algún momento piensan que algo de ejercicio les vendría bien, precisamente para fortalecer la musculatura, pero de inmediato surge la duda: ¿Qué puedo hacer y qué no? ¿Y dónde hacerlo, si ahora ir a un curso “normal” de gimnasia es imposible?

En algunas ciudades ese nicho ya tiene su propia oferta: existen desde “entrenamientos” con el canguro del bebé o caminatas rápidas con el cochecito hasta boot camps en localidades de vacaciones.

“Para nosotros el lema es ‘happy mom, happy kid'”, explica la entrenadora alemana Katja Ohly-Nabuer, que ofrece módulos de ejercicios a los que las mamás van con sus bebés en cochecito y recorren distintas estaciones en las que se detienen a hacer prácticas.

Y es que el embarazo y el parto representan una gran carga para el suelo pélvico, por eso es tan importante reforzar esos músculos una vez nacido el niño. Fortalecer la espalda, corregir posturas y reforzar los músculos de las piernas también es fundamental. Sin embargo, a la vez es necesario cuidar el suelo pélvico y evitar algunos ejercicios, como los saltos, para evitar secuelas. Por eso no se recomienda inscribirse en cualquier curso sin asesorarse previamente.

El mejor consejo es que cada mujer escuche lo que le transmite su cuerpo, siendo ante todo consciente de que el objetivo no es parecerse a ninguna supermodelo ocho semanas después de dar a luz. Los entrenamientos pueden dar resultados, pero no hay que ser impaciente.

El primer paso es consultarle al ginecólogo en qué momento recomienda retomar los ejercicios y en qué medida hacerlo. La respuesta no es igual para todas las pacientes, porque el suelo pélvico y los músculos abdominales se recomponen a un ritmo distinto en cada mujer

Si el parto no tuvo complicaciones, Katja recomienda suspender toda actividad física durante unas seis o diez semanas, luego hacerse una revisión ginecológica, y entonces sí, con el visto bueno del médico, comenzar.

Por supuesto, las mujeres que se mantengan activas durante el embarazo podrán retomar el deporte con mayor facilidad una vez pasada la primera etapa posparto. Pero es importante no apresurarse.

Muchas mujeres que solían practicar semanalmente deportes se frustran al ver que no pueden retomar sus actividades físicas a pleno hasta nueve meses después de dar a luz, pero esa pausa es crucial para que las estructuras del cuerpo puedan regenerarse. Si no, uno corre el riesgo de que se produzcan daños a largo plazo o que queden secuelas como la incontinencia. Por eso son tan importantes la pausa posparto y el comienzo supervisado de cualquier tipo de ejercicio.