“Anoche me pasó algo horrible”, el post de una chica que se volvió viral

Antonella Pedrido posteo en su facebook un relato de lo que le sucedió el domingo a la madrugada saliendo de un boliche de la Ciudad de Buenos Aires.

Al momento ya tiene mas de 17.000 compartidos y se volvió viral en Facebook.

Si no lo leíste, acá podes hacerlo:

Anoche me pasó algo horrible. Bah, puedo decir que no me pasó nada, pero fue horrible de todas maneras. Era ya domingo, 5am, salía del boliche con amigas. El ritual de memorizar patentes y avisar cuando llegamos es totalmente normal. A veces hasta el nombre del chofer y recorrido vamos contándonos vía Whatsapp. Paranoia diría Freud. Patriarcado diría yo.
Éramos 4. Yo soy la que vive más lejos, no me quería quedar en lo de alguna de las chicas porque había dejado a mi perro solo, y la verdad es que quería levantarme tranquila al otro día. Además, no quiero llegar a dejar de hacer cosas por miedo. Quiero vivir con libertad, aunque eso implique hoy, lamentablemente, ser valiente. Con lo cual, emprendí esas dos cuadras sola. Mis amigas ya estaban en el taxi o en la puerta de su casa. Se ofrecieron a acompañarme, pero la realidad es que una u otra, todas estaríamos expuestas en algún momento. Y yo me considero la menos vulnerable de las cuatro, no sólo porque soy la más grande en tamaño y eso me juega a favor, sino porque conozco más capital federal que ellas, que son del interior. A su vez estoy muy acostumbrada a manejarme sola de noche. Camine las dos cuadras, súper atenta. Rápido. No quería perder un colectivo a esa hora. Llego a la cuadra de la parada, Bulnes y Córdoba. En la esquina un hombre (no había parada de colectivo ahí). Igualmente voy a la parada que está unos 20 mts sobre Bulnes. Cada tanto giro, para chequear que sucede con aquel tipo. “Que no se acerque” pensaba, y al segundo “pobre, capaz es un buen flaco y yo paranoiqueando”.
Le mando un msj a las chicas porque enfrente mío había una trafic blanca, estacionada, pero en marcha, sin luces. Hice esfuerzo para ver la patente y mandarla a las chicas. Les avisé: “tengo miedo, pero hay taxis así que me siento más segura. Igual me puse en la entrada de un edificio como si me estuviesen por abrir la puerta”. En eso, la trafic avanza muy lentamente. Mi cara era pálida. No sabía qué hacer, no podía ni continuar con el acting de que me iba a abrir. Baja el vidrio, y un hombre me invita a subir, haciendo gestos con la cabeza, detenido, en frente mío. El tipo que estaba en la esquina ya no estaba. Le grité “salí de acá la concha de tu madre!”. Estaba sola en la cuadra. El tipo se rió. La trafic avanzó muy lentamente y finalmente cruzo la calle. Estacionó a dos cuadras/ una y media. “Si la veo venir me voy corriendo” pensé y textié. En eso, pasa un flaco. Que obviamente miro atenta, me pasa y a los metros se detiene “estas esperando el colectivo?”,
“Si.”
“Bueno, te acompaño”.
“No, no hace falta. Gracias”. (Moría por una compañía, pero quien me aseguraba que el chabon era bueno?)
“Te noto muy preocupada, quédate tranquila. Yo espero a que venga tu colectivo. Te muestro mi DNI para que te sientas segura”. Me lo muestra. Y lo texteo a las chicas, que ya me habían llamando desesperadas, porque hacía 5 minutos no contestaba el Whatsapp. Lloro de la indignación, frente al flaco que intentaba demostrarme de todas maneras que era una buena persona y que realmente sólo me quería ayudar… Pensaba: “Qué tarada!. Más vulnerable no me puedo sentir! No puedo estar así! Que mierda todo esto! No paran de caerme lágrimas! Se me nota a leguas el miedo..espero no estar cayendo en una trampa.. igualmente ya les mandé su nombre a las chicas..”
Agradecí aún con algo de desconfianza al muchacho que decidió acompañarme y que se esforzó por hacerme sentir mejor.
“Si pasa algo, vos corré que yo pongo el cuerpo” me decía.
Finalmente llegó el 128. Saludé con la cabeza. Lloré todo el trayecto a casa, en silencio, pensando en quienes no tuvieron mi suerte. Quienes no se cruzaron con alguien que hizo de guardaespaldas. Que injusto! Porque necesitamos de un guardaespaldas!? Porque hasta del guardaespaldas tenemos que tener cuidado?
Como les anticipé: No me pasó nada, pero quiero que sepan que me pasó de todo.

Esto es algo de lo que vivimos a diario. Todas. No es sano. No es libertad.
No sólo yo la pasé mal en la calle. Mis amigas aún estando en sus casas sintieron miedo por mi. A todas nos pasa lo mismo, seamos nosotras o no quiénes estemos en una situación vulnerable. Sentimos lo que la otra. Porque sabemos, porque todas lo vivimos a diario.
BASTA!