Algunos alimentos suben mas que la inflación

Los productos más sensibles de la canasta básica aumentaron más del 10,5%, que es lo que subieron los precios entre diciembre y mayo. También hubo subas fuertes en alquileres, educación y servicios.

La inflación acumula en lo que va del año un 10,5 por ciento, según el Índice de Precios al Consumidor del Indec. Pero los alimentos que más peso tienen en la canasta básica suben más que el promedio. Los lácteos, el pan y la mayoría de los cortes de carne acumulan incrementos de hasta 29 por ciento en los primeros cinco meses del año.

Así surge de los datos oficiales que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) publica cada mes.

El kilo de pan costó, en el área metropolitana, unos 38,24 pesos promedio en mayo, según el relevamiento oficial. Acumula una suba del 11,55 por ciento en lo que va de 2016. Sin embargo, la materia prima del pan permaneció casi congelada. El kilo de harina de trigo avanzó 1,74 por ciento en el año.

Entre los cortes de carne que releva el organismo público, la carne picada común (el producto más barato del conjunto) es el que más subió. Aumentó casi 14 por ciento en el año, hasta un precio promedio de $ 71,68. La paleta se encareció 12,59%, el cuadril, 12,2% y la nalga, 11,99%. El asado avanzó menos que el promedio de precios: 9,29 por ciento.

El rubro Carnes, que también incluye pollo, cerdo y pescado, avanzó menos que el promedio general de precios en los últimos doce meses: 17,2% contra 24 por ciento. La carne roja había registrado un fuerte aumento entre noviembre y diciembre de 2015 y luego se estabilizó. En los últimos tres meses, sin embargo, los precios pisaron el acelerador.
En cambio, el pollo está más barato. Entre diciembre y mayo, su precio cayó 4,5 por ciento.

Los lácteos suben a paso redoblado. Las inundaciones de los últimos dos años en las cuencas lecheras, el cierre de tambos por la crisis del sector productivo y la crisis de Sancor limitaron la oferta de estos productos. Los precios acusaron recibo. El rubro Lácteos y huevos aumentó 32,4% en un año y 15,4 por ciento en lo que va de 2017.

El litro de leche entera en sachet se encareció 12,3% desde diciembre. Su precio promedio es de $ 20,36. En mayo de 2016, el Indec relevó un valor de $ 15,65. Aumentó 30 por ciento en un año.
Los derivados subieron todavía más. En los primeros cinco meses de 2017, la manteca se incrementó 15,5 por ciento, el queso cremoso, 21,4% y el yogur entero, 29,82 por ciento, según el Indec.

Otros precios sensibles para los hogares de clase media y media baja también subieron más que el promedio. Según el Indec, el alquiler de vivienda aumentó 31 por ciento en un año y 11,8 por ciento en lo que va de 2017.

El rubro Educación también aumentó más que la media. Si bien es la “temporada alta”, ya que con el inicio de clases se actualizan precios de cuotas, textos y útiles, el incremento promedió 16,3% en el año y 28,1 por ciento desde mayo de 2016.

Estas subas se suman a las que eran esperadas: los servicios públicos aumentan 38 por ciento en un año, por las subas en electricidad, agua corriente y gas.

En cambio, el congelamiento del precio del transporte público balancea las mayores subas en otros rubros. El aumento relevado por el organismo público es de 1,5 por ciento en el año (taxis, remises y combis) y del 6 por ciento en los últimos doce meses. Por eso, el Gobierno decidió posponer el incremento de los pasajes de colectivos y trenes hasta después de las elecciones.
¿Qué otras cosas subieron menos que la media y ayudaron a moderar el avance de precios? Las verduras valen casi lo mismo que hace un año (el Indec relevó un incremento del 4,9% interanual, más allá de las subas estacionales. El rubro Equipamiento del hogar (electrodomésticos, entre otras cosas) subió 10,4 por ciento en doce meses. El Turismo trepó 18 por ciento en un año y los equipos de esparcimiento (televisores, audio y computadoras) anotaron un incremento interanual del 4,1 por ciento.

Con excepción de las verduras, son ítems que los consumidores pueden dejar de comprar o postergar con mayor facilidad, lo que obliga a los comerciantes a contener los mayores costos.