Google, principal subsidiaria a la multinacional estadounidense Alphabet Inc., comenzó en mayo un programa piloto en su sede en California que permite a miles de trabajadores –en compañías del área– utilizar la aplicación de navegación Waze. De este modo se contactan con otros viajeros para compartir viajes, una práctica conocida como carpool.
Ahora planea abrir el programa a todos los usuarios de Waze en el área de San Francisco. La idea es lanzar esta iniciativa en septiembre, con el fin de seguir expandiendo el servicio en caso de que tenga éxito. Waze, adquirida por Google en 2013, ofrece consejos en tiempo real basándose en la información que aportan otros conductores.
A diferencia de Uber y su rival Lyft, Waze quiere conectar a los viajeros con los conductores que se dirijan hacia la misma dirección. La compañía ha dicho que tiene como objetivo hacer las tarifas lo suficientemente bajas como para persuadir tanto a los conductores como a los viajeros.
Google invirtió 258 millones de dólares en Uber en 2013, pero cada vez se ven más como rivales. Las empresas también están compitiendo para desarrollar automóviles sin conductor.
Al igual que Uber y Lyft, los conductores de Waze no son empleados de la compañía. Pero a diferencia de Uber, Google no planea prohibir a los conductores problemáticos usar el servicio de Waze. En cambio, tiene pensado basarse en las críticas de los usuarios para desplazar a esos conductores.