4 errores que debes evitar al comprar zapatos a tu bebé

Así como la ropa, los bebés pierden los zapatos cada par de meses y aunque no lo creas es algo positivo. ¡Tu hijo está creciendo! Obviamente, eso afecta a tu bolsillo. Pero tranquila mamá, te damos las claves para que inviertas en calzado de manera inteligente ¡y no quedes en bancarrota!

Niños son niños. No compres versiones miniatura de zapatos para adultos, como flip-flops, tacones o botas complicadas. Sí, se ven lindos, pero no están diseñados para jugar y saltar con facilidad. Y después de todo, en eso piensan los más pequeñitos, ¿o no? Opta por las cintas de velcro y extra soporte en las suelas, y limita los modelos más “fashion” para fiestas o eventos especiales.

Tallas grandes. Un error común es pensar en comprar una o dos tallas más grandes para que “dure por más tiempo”. Aunque al principio se vea como una excelente idea, un zapato grande podría lastimar los dedos y los tobillos. ¿La regla de oro? Un pulgar entre el dedo más grande del pie y la punta del calzado.

Muy apretado. Si tu niño no se queja, tal vez le siga quedando bien, ¿verdad? Pues no. Un modelo muy ajustado, a pesar de ser sólo por unas pulgadas, afecta el crecimiento normal de los pies del niño, aumentando el riesgo de deformaciones y dolores en los huesos.

Calzado muy duros o muy suaves. Ningún extremo es bueno, mamás. Muchas veces compramos zapatos “fuertes” con el fin de proteger sus pies, sin embargo, un material muy pesado o muy débil puede molestar los músculos o causar dolores al caminar a largo plazo. Siempre dóblalos para probar la flexibilidad.