El orgasmo femenino es, para los hombres, esa materia que resulta verdaderamente difícil de alcanzar. Por lo complejo, lo poco entendido y lo dificultoso que se torna encontrar la mejor manera de brindar placer a través de un acto que también le ofrezca excitación a la persona que lo entrega.
Aunque los porcentajes varían, todas las investigaciones coinciden en que las mujeres heterosexuales disfrutan de menos orgasmos que los hombres heterosexuales y menos también que las personas homosexuales de ambos sexos. Según una investigación realizada por el Instituto Kinsey de la Universidad de Indiana, Estados Unidos, tan solo alcanzan el clímax en el 61,6% de ocasiones, ante un 85,5% de los varones que sí lo logra.
Fueron 1.055 entrevistas con mujeres, desde los 18 hasta los 94 años, quienes arrojaron sobre la mesa las verdades que esconden las sábanas. El informe fue publicado en el último número del Journal of Sex & Marital Therapy a partir de 1.055 entrevistas con mujeres, en donde la gran mayoría era heterosexual.
Más de un tercio de las consultadas -un 37%- necesitaba estimulación clitoridiana para alcanzar el orgasmo durante el coito. Consultado por Infobae, el médico psiquiatra y sexólogo Walter Ghedin explicó: “Hay mujeres que tienen orgasmos por penetración, otras que pueden obtenerlo tanto por la estimulación del clítoris como por penetración y otras que llegan al clímax solo por ‘tocar’ el clítoris. Todas estas formas son posibles y cada una responde a la manera fisiológica y psicológica de conseguir el orgasmo”.
La investigación sostuvo que “los estudios que se centran en técnicas más específicas relacionadas con el placer sexual de las mujeres y sus orgasmos, por lo general no han examinado en detalle las formas de tocar o de llegar a la estimulación”.
El estudio afirma que, cuando el clítoris entra en escena, más de un 40% de las mujeres afirmaba llegar al orgasmo en más del 75% de las ocasiones. Tan solo un 18% reconocía poder llegar al clímax únicamente con la penetración vaginal. “Las mujeres que nunca han llegado al orgasmo por lo general conocen poco su cuerpo y las sensaciones erógenas que de él provienen, además nunca se han masturbado”, agregó Ghedin.
Los investigadores, tras obtener los resultados pertinentes, detallaron los tres movimientos de masaje que prevalecen por encima del resto a la hora de tocar el clítoris: de arriba hacia abajo, circular o de lado a lado. Sin embargo, había quien se decantaba por la presión más fuerte o por los “golpecitos”.
¿Cuánto tiempo debe durar?
No es fundamental centrarse en la duración, ya que menos de un 20% de las entrevistadas creyó que cuanto más se alarga el acto sexual, mayores posibilidades existen de obtener buenos orgasmos. Para ser más claros, la clave está en no excederse: un buen orgasmo puede obtenerse entre los 7 y los 13 minutos.
¿Calidad o cantidad?
Claro que también importa. La gran mayoría de las investigaciones se centra en la cantidad, olvidando que en base a la calidad experimentada se distinguen los orgasmos. Un 77,5% de las mujeres aseguraba que, efectivamente, no todos los orgasmos son iguales. Una vez más, el clítoris vuelve a marcar la diferencia: para el 39% era lo que mejoraba sensiblemente la calidad del clímax. Otros factores que participan de forma positiva en un orgasmo más satisfactorio son un mayor tiempo destinado a los preliminares, conocer en profundidad a la pareja y la intimidad emocional.
Ghedin coincidió en la importancia del clítoris a la hora de buscar que la mujer llegue al orgasmo: “Para potenciar el placer, la respuesta debe conseguirse a través de la incitación en el clítoris ya que este es el único órgano que está preparado para disparar la respuesta orgásmica -por la inervación, la sensibilidad del tejido y la riqueza de vasos sanguíneos que posee en su interior-, sin embargo este tiene dos prolongaciones que se internan en el interior de la vagina, las cuales con la penetración disparan también el orgasmo”.
Nicole Prause, investigadora sexual, realizó un estudio en donde derribó las falsas creencias. Los investigadores encuestaron a 88 mujeres acerca de qué tipo de estimulación usualmente causaba sus orgasmos, el 64% respondió que eran múltiples. Esto se explica en que la respuesta femenina tiene un componente sensorial (el clítoris), uno motor (las contracciones de los músculos pubococcígeos que rodean la vagina), y el cerebral (donde se producen las imágenes, sensaciones y fantasías).