Síntomas del cáncer que pueden pasar inadvertidos

La detección temprana es esencial en la batalla contra el cáncer. Varios tipos de tumores son curables si se diagnostican a tiempo. Pero la tarea no es para nada sencilla, ya que algunos pueden ser totalmente asintomáticos y los signos no se identifican sino hasta que la enfermedad alcanza un estadio avanzado.

La observación y el análisis del cuerpo son herramientas óptima para detectar enfermedades graves. En ese sentido, la Sociedad Americana del Cáncer detalla los síntomas generales que pueden indicar la presencia de alguna de las clases de cánceres y no se deben ignorar, sobretodo si se prolongan en el tiempo.

Fatiga

Cuando el cansancio continúa a pesar de un considerable período de descanso puede deberse a que la enfermedad está en crecimiento. Algunos tipos de cáncer como el de colon o estómago provocan pérdida de sangre, lo que a su vez provoca la fatiga. Además, según un estudio está ligado al linfoma no-Hodgkin.

Fiebre

Casi todas las personas que padecen cáncer sienten fiebre en algunos de los diferentes estadios. A menudo sucede cuando se diseminó a otras partes del cuerpo y cuando afecta al sistema inmunológico. En los casos de leucemia y linfoma es un síntoma común en etapas tempranas.

Descenso de peso

La pérdida de peso sin razón aparente de unos cuatro kilos puede ser el primer síntoma de un cáncer. Los tipos de cáncer en los que es más común perder peso son los de estómago, pulmón, páncreas y esófago.

Tos persistente

Síntoma que siendo muy frecuente puede evidenciar un cáncer de pulmón o en el aparato respiratorio. Se produce por la irritación bronquial y con regularidad va también acompañado de expectoración (flemas).

Dolor

El dolor indica la metástasis del cáncer y se esparció a otras partes del cuerpo. Un dolor de cabeza que no mejora con ningún tratamiento puede indicar un tumor cerebral; un dolor en la espalda puede ser indicativo de ovarios, colon o recto afectados.

Cambios en la piel

El cáncer de piel no es el único que cambia la apariencia de la piel. Otros tipos de cáncer pueden provocar un tono más oscuro, rojizo o amarillento, así como comezón o zonas donde el vello crece demasiado.