En apenas seis meses, el tiempo que pasó alojado en el histórico Peace Hotel de Shanghai, ciudad a la que llegó gracias a una beca, el marplatense Mauro Andrizzi produjo y filmó La novia de Shanghai, una película original, romántica y realmente atrapante protagonizada por dos adorables slackers chinos que deben cumplir una misión encargada por un fantasma.
Rodado con un presupuesto austero, pero lleno de ideas y situaciones hilarantes y emotivas, el film de Andrizzi (director también de otros largometrajes extraños y novedosos como Iraqi Short Films y Accidentes gloriosos) combina la aventura con el fresco de una ciudad enorme y excitante, de la mano de un puñado de personajes con los que es imposible no encariñarse.
El objetivo central de la beca que ganó Andrizzi era explorar la cultura china a través de los contrastes entre las ricas tradiciones del gigante país asiático y un presente donde la economía de mercado ha explotado con particular contundencia.
El amor y la muerte se cruzan en el derrotero de esta insólita pareja de vagabundos que va superando con gracia y mucha fortuna los obstáculos que se le presentan a medida que avanza en una tarea que parece impulsada por algo más que la mera supervivencia. Con más talento que recursos materiales, Andrizzi confirma que en el cine la imaginación puede mover montañas.
La novia de Shanghai
De Mauro Andrizzi
