El vicedecano de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, Américo Cristófalo, aprovechó un acto institucional para señalar que, por primera vez en los últimos trece años, “la universidad pública” está bajo “un clima de amenaza”.
Lo hizo en medio de una jura realizada el pasado jueves 30 de junio, donde se egresaban nuevos profesores y licenciados de esa casa de estudios. El evento incluyó un show de tango y estuvieron presentes varias figuras que frecuentaban el programa 6-7-8, que fue sacado del aire tras el gobierno de Mauricio Macri.
El dato lo consignó la periodista Laura di Marco en su cuenta de Facebook. En su muro, la escritora destacó que el académico, cuya gestión está alineada con el kirchnerismo, señaló que el sistema universitario “viene de años pujantes y potentes”, pero que “ahora está bajo amenaza”.
“Sus palabras sobre la pujanza universitaria durante los últimos doce años de kirchnerismo contrastaban con el estado de las paredes del edificio de Puán, que literalmente se venían abajo. Los paros y las tomas de la facultad fueron recurrentes durante el kirchnerismo y los contenidos fueron esencialmente los mismos que años atrás”, fustigó Di Marco en su perfil de la red social.
“Sí destacó el Conicet y la política científica –tal vez se refería a eso- y se crearon muchas universidades nuevas, con bajo nivel académico y perfil militante. Pero la Universidad de Buenos Aires, sobre todo el área de Sociales, estuvo muy lejos de ser pujante durante la década K”, se quejó la escritora sobre el discurso del vicedecano kirchnerista.
Al finalizar la jura, “los padres no emitieron vocablo” y “no permitieron que una ceremonia institucional se convirtiera en botín de una facción, de un partido político”, dijo Di Marco. “Por el contrario, coronaron el confuso discurso con un aplauso cerrado. ‘Hay amenazas sutiles, las vemos’, dijo más adelante, pero nunca aclaró cuáles”, completó la periodista.
El discurso de Cristófalo se produce luego de que varios docentes de distintos niveles de la educación pública arremetieran contra el oficialismo. Por ejemplo, fue el caso de aquel sociólogo, militante de la agrupación La Nestor Kirchner, quien a través de las redes sociales convocó a “poner fin” al gobierno de Mauricio Macri. O el profesor de la carrera Relaciones del Trabajo de la UBA, que redactó un parcial con preguntas “antimacristas” para que contesten sus estudiantes.
Según Di Marco, biógrafa de Cristina Kirchner, lo ocurrido se trata de un fenómeno donde en las “aulas militantes” existe “una confusión entre Estado y Gobierno -y entre Estado y partido- que sobrevive al kirchnerismo y se naturalizó”. El debate sobre hasta dónde un funcionario de la educación, como un maestro o un profesor universitario, puede expresar sus opiniones políticas, sin que haya colisión con sus ideas pedagógicas y su libertad de expresión, quedó planteada.
Lo cierto es que la tentación a apelar a la propaganda partidaria en un contexto educativo no es exclusiva del kirchnerismo y cayó hasta el propio presidente Mauricio Macri. Durante el pasado acto por el Día de la Bandera, en Rosario, el jefe de Estado cantó y arengó a un grupo de alumnos con un “sí, se puede”, la consigna proselitista de su campaña presidencial.
