En una publicación, los investigadores explicaron que al mono no se le cambió el corazón sino que fue conectado a su sistema circulatorio, una técnica con la que le permitieron que viviera durante más de dos años.
Este éxito en la prueba sin duda aumenta las esperanzas de que en un futuro el trasplante de órganos de animales a personas sea posible, una medida que podría ayudar a paliar la escasez de donantes humanos.
Los cerdos se han posicionado como mejores donantes ya que sus corazones son anatómicamente similares a los de los humanos. El riesgo de transmisión de enfermedades es bajo, señalan los científicos